Los bailarines Tania Galindo y Edwin Salas protagonizan la coreografía Butoh Chilango, que habla del lugar donde todos los días pasa la vida, aparece un cadáver de tres metros de largo; un ser humano lucha por estar en una posición de no reconocer lo que pasará. Al levantarse se encuentra con el cadáver, decide tocarlo y manipularlo, al quedarse con la cabeza del Corpo se convierten en un amor grande.