Tere Vizcarra confesó que desde niña se escondía de sus amigos para subir a la azotea y sentarse a escribir por horas, hoy la literatura y la pintura rigen su vida, misma que está representada en lo que escribe y pinta.

Recientemente se realizó en el Teatro de la República, en el marco de la fundación de la ciudad de Querétaro, un homenaje póstumo a Nacho Padilla; ahí su hija Constanza platicó que la obra de su padre había nacido de una simple pluma y una gran imaginación.