En la reunión de política monetaria que da cuenta del análisis y discusión de los integrantes, en la que se decidió por unanimidad dejar en 7% la tasa de referencia, se advirtió de los riesgos al alza, entre los cuales se señaló el TLCAN.

En caso de romper el acuerdo, Guajardo dijo que México tendrá que pagar aranceles de cerca de 4% y eso permitirá que el país sea más competitivo y que lleve sus productos a Sudamérica u otros continentes.

Se dice que no se manejaron porcentajes en torno a cuánto se pueden incrementar las reglas de origen y se mantiene la palabra para lograr un aumento “sustancial” de éstas, considerando incluso aumentar el contenido nacional estadounidense de los productos que entre los tres socios se exportan.

Lo que más “inquieta” a los empresarios es la propuesta de eliminar el capítulo de solución de controversias comerciales por dumping y subsidios, pero no hay otros temas que inquieten, porque entre los tres países se lograron resolver y “destrabar” otros asuntos como la problemática por el azúcar y el tomate.