En esta ocasión, la escritora Ayari Velázquez comparte con los lectores algunas memorias de su padre y su acercamiento con el balompié

"Con una energía renovada y autoimpuesta acepté una oportunidad que en otro momento hubiera rechazado sin variación: me fui de la ciudad. Lo necesitaba".

Graciela y yo fuimos novios hasta la universidad, me acostumbré a ocultar mis verdaderos sentimientos y deseos, pero a la mitad de la carrera descubrí que había otros como yo, otros que vivían en una obra de teatro

Ya había notado a mi mujer extraña. No es que nuestro matrimonio fuera fuego y pasión, pero por lo menos una vez a la semana teníamos una noche para nosotros