La Estela de luz no brilla, no enorgullece, no conecta, pasa desapercibida, pero hoy, por el derroche millonario y por las transas que la construyen, pasa a la historia como el monumento a lo miserable, maltrecho, lamentable, ruin y hasta perverso

Existe en mi familia paterna la leyenda que tenemos un problema en el oído izquierdo, una sordera a edad temprana y esa es la razón por la que hablamos gritando

¿Por qué las mujeres no hacemos eso? ¿Qué acaso nosotras no sentimos deseo? ¿Qué a nosotras no nos puede ganar la curiosidad? ¿Por qué nosotras no les agarramos las nalgas a los hombres cuando los vemos pasar?

Heyat sólo pudo salir de la habitación con resignación, deseando que por un segundo todo fuera irreal, que aún pudiera volver al día siguiente a charlar con Jesús