La perrita de raza labrador fue objeto de un homenaje junto a representantes de los rescatistas que ayudaron a las víctimas del sismo el pasado 19 de septiembre.

La gente que por más de tres horas esperó la llegada de la Selección Nacional Mexicana, no aguantó más y dio portazo en el hotel de concentración, con la idea de estar cerca de los futbolistas.