Luis Madrazo Lajous subrayó que los mercados están valorando que Estados Unidos permanece en el TLCAN y está renegociando porque le conviene.

Las palabras del pasado martes en Phoenix, Arizona, del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendieron a muchos, y más cuando justo hace una semana inició la primera ronda de la renegociación del Tratado de Libre Comercio, precisamente tras la promesa e insistencia del magnate.

Lo que más “inquieta” a los empresarios es la propuesta de eliminar el capítulo de solución de controversias comerciales por dumping y subsidios, pero no hay otros temas que inquieten, porque entre los tres países se lograron resolver y “destrabar” otros asuntos como la problemática por el azúcar y el tomate.

La decisión es ambivalente para la USTR porque la autonomía del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) es respaldada, pero no así el ajuste tarifario en interconexión, “porque les genera un costo a operadores como AT&T y cualquier otro que quiera incursionar.

Incluir disposiciones en materia energética en el tratado será como tener un paraguas de protección para que no se modifique lo hecho en la reforma, aseguró el presidente de la consultoría Rideau Potomac Strategy Group, Eric Miller.

Se dice que no se manejaron porcentajes en torno a cuánto se pueden incrementar las reglas de origen y se mantiene la palabra para lograr un aumento “sustancial” de éstas, considerando incluso aumentar el contenido nacional estadounidense de los productos que entre los tres socios se exportan.