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No todas estas casas fueron construidas con propósitos turísticos, pero se han convertido en un atractivo para los viajeros. Lo que tienen en común es que su arquitectura es única.
1. España: un patrimonio
Casa Batlló se localiza en Barcelona, y forma parte de la designación como Patrimonio de la Humanidad de la obra de Antoni Gaudí en esa ciudad. El edificio fue construido en 1877, pero el artista se encargó de renovarlo entre 1904 y 1906; se trató de un encargo del empresario Josep Batlló y Casanovas, quien había adquirido la casa.
La fachada tiene inspiración marina, incorpora materiales reciclados y esculturas. En el interior, que reúne varios estilos distintos, se utilizaron materiales como hierro forjado, azulejos de cerámica y piedra. Hoy en día es un museo.
2. Vietnam: una locura
"Ngôi nhà quái di" o "casa loca", en español: así se conoce a esta pensión abierta en 1990 en las montañas del sur de Vietnam. Su rara silueta recuerda la de otra locura arquitectónica (de hecho comparten el mismo mote) que funciona como inmueble residencial en Tel Aviv. También tiene ciertos rasgos parecidos al Castillo de Dionisio, en La Rioja.
Cada habitación de este hostel único en el mundo tiene una temática propia, que parece inspirada tanto en los cuentos de hadas como en un planeta lejano y primitivo de Star Wars.
Su arquitecta es hija de un miembro del partido comunista vietnamita, cuya posición le permitió llevar a cabo su proyecto a pesar de las fuertes críticas que suscitó en la población local. Los que no pernoctan en la Casa Loca la pueden visitar igual, pagando un derecho de entrada.
3. República Checa: las paredes bailan
En checo se la llama "Tancící dum". La caligrafía es complicada pero se traduce sencillamente como "Casa Danzante". Oficialmente es el Inmueble Nationale-Nederlanden, una torre de oficinas en el centro barroco de Praga.
Fue diseñado en un estilo desconstructivista por los arquitectos Vlado Milunic y Frank Gehry, y construido entre 1994 y 1996. Se ha convertido en una curiosidad y en el objeto de una cantidad incalculable de fotos. Su fachada torcida de vidrio parece apoyada sobre el edificio vecino: por eso se ganaron el apodo de Ginger y Fred, una referencia a la mítica pareja de bailarines de Hollywood.
Ocupa el lugar de un palacete destruido durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Se puede visitar y en su piso superior hay un café con un lindo panorama sobre la ciudad.
4. Polonia: la jorobada
Se llama Krzywy Domek, o la Casa Torcida. El proyecto es por demás original: dos partes de hormigón que parecen de gelatina recaen sobre una parte central que forma una suerte de joroba de vidrio. Fue construida por Jacek Karnowski, que se inspiró en los trabajos de Gaudí para diseñar líneas curvas y sinuosas. Se inauguró en 2004, y se encuentra en la ciudad de Sopot.
El resultado del trabajo parece más bien salido de una historieta y no de algún austero puerto báltico. El interior es mucho más convencional: un centro comercial con un restaurante y tres discotecas.
5. México: la casa-serpiente
El Nido de Quetzalcóatl se encuentra en el municipio de Naucalpan, en el Estado de México. Es una obra del arquitecto mexicano Javier Senosiain, y es una muestra de "arquitectura orgánica". Está construida en un terreno irregular, que alberga una cañada; cuando aún la estaba diseñando, su creador notó que la estructura tenía la forma de una serpiente, por lo que decidió dar continuidad a ese concepto.
Actualmente puedes dormir en la casa, pues funciona como una propiedad de Airbnb. En su interior se hospedan hasta 10 personas.
Foto: Cortesía Airbnb