Como ningún otro mes del año, enero obliga a la austeridad. Sí, querido lector, es momento de empezar a pagar todos y cada uno de los pecados cometidos durante la temporada decembrina.
Hablar de vino en la cuesta de enero es complicado, aunque no imposible. Existen innumerables ejemplares de gran relación precio-calidad que permiten seguir recorriendo los caminos de la vid sin caer en bancarrota.
“Carlos, ¿de a cómo y cuánto?”. Después de echarle ojo a mi estado de cuenta bancario, me di a la tarea de enlistar cinco etiquetas que ofrecen un muy buen balance aromático y gustativo, y capacidad de maridaje claro está, por menos de $350 pesitos. ¿Procedencias? Australia, Estados Unidos, España, Chile y, ¡sí!, también México. Tome nota.
De lo nacional vale la pena empezar apuntando al Entrelíneas de la bodega Santa Elena, un ensamble de Malbec, Nebbiolo y Syrah de Pabellón de Arteaga, en Aguascalientes. Ya le había contado que los Malbec de la región son bien interesantes: amplios, con buena acidez, estructurados y frutalmente expresivos. En el caso particular de Entrelíneas, es posible hallar matices de moras negras y cerezas frescas, con un fondo sutil de especias ahumadas (¡gracias Syrah!). Precio: $215 pesitos por un tinto fresco, ligero, amable.
Vayamos ahora a Baja California. Acá las opciones son varias y variadas. De lo probado en días recientes, merece mención el Calixa Syrah de Monte Xanic, monovarietal con intensos aromas de frambuesas y cerezas rojas, pimienta negra, cacao tostado, vainilla y un toque sutil de madera. En boca es equilibrado, con acidez viva y placentera astringencia. En resumidas cuentas, un tinto mexicano correctísimo, de esos que nunca fallan. Precio: $285 pesos.
De España, particularmente la DOCa Rioja, los caldos de la Compañía Vinícola del Norte de España (C.V.N.E.) ofrecen una opción para cada paladar, ocasión, bolsillo. En el extremo más accesible se ubica el Crianza, mezcla de Tempranillo, Garnacha y Mazuelo. Frutalidad explosiva, acidez vibrante y sutiles matices de vainilla, coco y especias confluyen en este ejemplar con 12 meses de paso por barrica. ¿Precio? Alrededor de los $210 pesos, pero no se deje engañar, esta “económica” etiqueta está respaldada por dos mil años de historia productiva, uno de los terruños más fascinantes del planeta y exigentes controles de calidad. Sí, DOCa Rioja.
Terminemos pues con dos blancos del Nuevo Mundo. Del lado de Chile: Iküs Sauvignon Blanc, un monovarietal ultra sencillo, con marcados aromas cítricos y acidez refrescante, de $159 pesos. Del lado de Australia: Deakin Estate Chardonnay, repleto de piña miel, melón maduro, piel de durazno y agradables notas tropicales, cremoso y con acidez en balance, de $269 pesos.
—Carlos Borboa es periodista gastronómico, sommelier certificado y juez internacional de vinos y destilados.