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Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, según datos publicados en 2016 por la Organización Mundial de la Salud. Los motivos pueden ser varios, desde no tener una alimentación adecuada hasta el sedentarismo y el exceso de estrés diario.
Existen algunos alimentos que al consumirlos pueden disminuir los riesgos de padecer un infarto, aunque también es importante consultar a un especialista para que administre una dieta balanceada y adecuada para cada tipo de organismo.
Frutas: Una porción al día protege nuestro corazón reduciendo hasta un 34% el riesgo de padecer un infarto, según datos publicados en un estudio de New England Journal of Medicine. Las frutas son ricas en minerales, fibra, vitaminas, flavonoides y carotenoides (un grupo de pigmentos orgánicos con funciones antioxidantes).
Ajos: Suelen actuar como anti-trombóticos, que evitan que se generen coágulos en la sangre y también reducen hasta 14% los niveles de colesterol.
Nueces: Consumirlas dos veces a la semana reducen 60% el riesgo de padecer enfermedades del corazón ya que contienen una grasa natural llamada poliinsaturada que ayudan a bajar el colesterol.
Pescado: Su carne blanca contiene omega 3 que podría prevenir un infarto porque aumenta considerablemente el tiempo de coagulación de la sangre; además reduce el curso de la arteriosclerosis coronaria. Los más recomendables son los llamados pescados azules.
Vino: Un vaso al día reduce 40% el riesgo de un ataque al corazón, ya que el etanol que contiene aumenta los niveles del colesterol HDL (bueno), lo cual retrasa la formación de placas de ateroma (lesiones focales que se inician en la capa más interna de una arteria).
Apio: Lo recomendado es consumir cuatro tallos diarios con el fin de que se reduzca el 10% del colesterol malo en la sangre; también ayuda a mantener el buen nivel de la tensión arterial.
Aceite de oliva virgen: Ayuda a prevenir las enfermedades coronarias por los ácidos grasos que contiene, los cuales reducen el colesterol malo e incrementan la vasodilatación arterial, que a su vez mejoran la presión arterial y la circulación de la sangre.
Además del consumo de estos alimentos también es importante no fumar, hacer ejercicio para evitar el sedentarismo y la obesidad y practicar alguna actividad para relajar la mente, puede ser yoga, pintura, música o meditación.