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El viejo mito sobre el eterno conflicto entre suegras y nueras se desvanece cuando surgen historias como la de Daniela y Lys, quienes además de compartir este lazo, son fundadoras de Trulin & Co, una marca especializada en el diseño de joyería y bisutería fina.
El proyecto nació en el 2011, cuando ambas decidieron convertirse en socias y compartir su pasión por el diseño, por lo que a partir de la apertura de su primera tienda en la ciudad, empezaron a cultivar su trabajo manteniéndose siempre a la vanguardia y cerca del gusto y la necesidades de sus clientes.
En entrevista con CLASE, las fundadoras de esta empresa nos compartieron los detalles de su proyecto y su visión sobre la creación y el trabajo joyero en el país.
¿Cómo empezó este proyecto?
Dany: Teníamos en común la inquietud por la joyería, por ello un día decidimos conjuntar nuestras habilidades y creatividad en este ámbito. Entonces llevamos la idea a nuestra primera tienda en La Fábrica, donde vendíamos bisutería fina con piedras naturales, dijes en chapa de oro, además de joyería fina con brillantería y churumbelas. Pronto incluimos anillos de compromiso y la opción de diseños personalizados, y a la medida.
¿Qué caracteriza a la marca?
D: Brindamos muchos servicios. Por ejemplo, nosotras podemos remodelar desde algún collar que se tenga olvidado en el cajón y del que no te quieres deshacer, quizá por las piedras, también si tienes un evento, puedes venir a la tienda y traer tu vestido, o hasta remodelar el anillo de tu abuelita, en caso de que el modelo te parezca anticuado.
¿Cuál es la labor que desempeña cada una?
Lys: En el taller de nuestro actual establecimiento podemos jugar con todo lo que las clientas deseen hacer. Daniela se encarga de la joyería fina porque es experta en brillantes y en plata, y yo –junto con otra compañera– nos especializamos en el diseño y la producción de bisutería fina.
¿Cuáles son sus aportaciones al mundo de la joyería?
D: Entre nuestras colecciones, se encuentra “Prehispánica” y para crearla, hicimos una investigación durante un año, porque queríamos proponer algo real y desde aquí (México). Todo empezó cuando nos percatamos de que nuestros clientes tenían una necesidad constante por la identidad; nos pedían malas o budas, y cosas de otras religiones y lugares, por eso decidimos crear una línea que promoviera símbolos que nos representaran a nosotros y a nuestra particular forma de ver el mundo. La dividimos en tres: una línea prehispánica de guerra, otra de flores que curan el alma y una colección que presenta la grandeza de nuestra cultura.
Por otro lado está el anillo Atlante, que en su interior dibuja los puntos cardinales y el infinito, y durante su producción, se piensa en la fecha de nacimiento de la persona, su nombre y qué quiere con el anillo; así se plasma la intención.
¿Siguen algún principio especial para sus creaciones?
D: En Trulin & Co creemos en la energía de las piedras y las respetamos. De repente nos pasan cosas chistosas, como cuando armamos y resulta que una de las piedras no quiere embonar, decidimos cambiarla porque si insistimos termina rompiéndose o extraviándose. Suena loco (risas), pero de verdad te dicen lo que quieren. Las piedras también llaman a los clientes; si hay piezas que son exactamente iguales, y los clientes insisten en que quieren una en específico, la razón es porque han sido llamados por ellas.
¿Tienen un método particular para realzar su trabajo?
D: Todas nuestras colecciones tienen un significado y una investigación previa, por ejemplo, los Nudos representan la eternidad y la idea de que todo es posible. Cuando entramos al taller y empezamos a producirlas, fundimos nuestra intención y energía a éstas durante el proceso, así le inyectamos una intención específica.
¿Por qué consideran que los clientes prefieren sus accesorios?
D: Buscamos conectar con la gente a través de su historia y su propia visión del mundo, sólo así las piezas cobran más sentido.
Cuando tomamos las perlas de una abuela y la rediseñamos, mezclamos la historia de la abuela con un poco de la persona, entrelazando quién es ahora y lo que la antecede; para poder lograr eso hay que entender qué está buscando el cliente y cómo es. Una vez, vino un muchacho que se iba a casar y tenía la idea de un anillo de compromiso para su novia, pero no quería el anillo típico de matrimonio, luego de un tiempo vino su novia a agradecernos.
¿Qué representa para ustedes ser parte de esta marca?
D: Siempre debemos tener un proyecto personal y no olvidarnos que somos mujeres, y no sólo mamás y amas de casa; podemos serlo y al mismo tiempo fungir como empresarias y luchar por nuestros sueños. Que el plan personal siempre avance con uno mismo, porque los hijos evolucionan, crecen y se van; la pareja tiene también sus propias metas de vida, una no se puede olvidar de los suyos. Diseñar también es dedicarnos tiempo a nosotras.