Aunque hay muchos factores que influyen en el riesgo de desarrollar cáncer de ovario como la herencia genética, los expertos en salud recomiendan llevar una dieta saludable a manera de preveción, pero además, en caso de que padezcas o conozcas a alguien que sufra de cáncer de ovario, los siguientes alimentos servirán para ayudar a que el cuerpo se fortalezca.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, hasta 2015, el cáncer de ovario era la sexta causa de muerte por cáncer en mujeres de México, por ello en Menú te recomendamos una lista de alimentos que pueden ayudar a contrarrestar la estadística.
Es importante llevar una dieta rica en frutas y vegetales por su alto contenido de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.
Una dieta rica en estos nutrientes ayuda a fortalecer el sistema inmune, encargado de las defensas que protegen a tu cuerpo de las enfermedades.
Si estás luchando contra el cáncer de ovario, incluir una porción de proteína en cada comida te ayudará a la regeneración de los tejidos.
Los especialistas recomiendan pescados de carne blanca, carnes blancas como el conejo o pollo, en caso de tratarse de carnes rojas, de preferencia deben ser magras, filetes de ternera, lomo de cerdo o cordero, además de huevo.
Los expertos recomiendan agregar a tu dieta alimentos elaborados con harina integral, harina de avena, harina de maíz integral y arroz integral; así como 2 ½ tazas extra de vegetales y frutas al día, en particular después de un recibir tratamiento contra el cáncer de ovario, indica un comunicado de nutrición para pacientes con cáncer de ovario de la Universidad de Medicina de Chicago.
Por sus propiedades antioxidantes y anticanerígenas esta raíz es recomendable para fortalecer el sistema inmunológico.
En un estudio publicado por US National Library of Medicine National Institutes of Health se encontró que el extracto de jengibre inhibió significativamente el crecimiento del cáncer en la línea celular del cáncer de ovario.
El té de jengibre es la manera más fácil de integrar a la dieta, sin embargo puede ser ingrediente en postres y algunos platillos como por ejemplo pollo al jengibre.
Es importante realizar cuatro a cinco comidas al día, es decir tres fuertes y dos snacks; así como evitar saltar alguna e intentar mantener horarios fijos.
Por último, no olvides que cualquier cambio en tu alimentación debe estar guiada por un experto en nutrición, y que estas recomendaciones son un complemento para la dieta, no debes suspender o cambiar tu tratamiento sin consultar al médico.