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Washington.— Cuatro periodistas y una asistente deventas del diario Capital Gazette, de Annapolis, Maryland, fueron asesinados ayer por un hombre que abrió fuego en la redacción del periódico.
El más reciente tiroteo en Estados Unidos —el número 154 en lo que va del año según el Gun Violence Archive— sucedió alrededor de las 15:15, hora local, cuando según los testigos el atacante rompió el cristal de la puerta de las oficinas del diario y disparó contra los trabajadores.
“Un único tirador disparó a varias personas de mi oficina, algunos están muertos”, tuiteó Phil Davis, reportero de temas judiciales y criminales del periódico local de la capital de Maryland, con más de 130 años de historia.
Davis fue uno de los primeros en relatar en Twitter lo sucedido dentro del edificio: “Es muy feo”, declaró, asegurando que “no hay nada más aterrador que escuchar que le disparan a mucha gente mientras estás bajo tu escritorio y entonces escuchas al tirador recargar”.
Al principio se temió por una masacre, con “muchos muertos y heridos”. La cifra oficial de víctimas quedó en cinco muertos y dos heridos leves.
“Estoy devastado y con el corazón roto. Paralizado”, tuiteó James DeButts, editor del diario, que pertenece a The Baltimore Sun.
Anoche las víctimas fueron identificadas como Gerald Fischman, de 61 años, editor en jefe; Rob Hiaasen, de 59, editor asistente de noticias; Wendi Winters, de 65 años, editora de publicaciones especiales; John McNamara, redactor, y Rebeca Smith, de 34 años, asistente de ventas y quien había sido contratada recientemente.
El autor, detenido e interrogado de inmediato por la policía, “trató de evadir a las fuerzas de seguridad, escondiéndose en el edificio —según medios debajo de un escritorio—, pero lo encontramos”, explicó a la cadena CNN Steve Schuh, autoridad local. No hubo intercambio de disparos entre asaltante y policía.
Oficialmente, la identidad del asaltante no fue revelada. Las autoridades sólo señalaron que se trataba de un hombre de raza blanca de más de 30 años; varios medios locales aseguraron que tiene el cabello largo y que no llevaba ningún tipo de identificación.
Tampoco quiso colaborar con la investigación, e incluso algunos medios estadounidenses aseguraron que tenía las huellas dactilares desgastadas a propósito —posiblemente quemadas— para no ser identificado de ese modo, por lo que la policía tuvo que usar un programa de reconocimiento facial para dar con su nombre. Horas después, entraban en su domicilio para buscar pruebas.
Según información difundida anoche por las cadenas NBC y CNN el atacante sería Jarrod Warren Ramos, de 38 años, quien denunció al diario por difamación en 2012, en un caso que no prosperó. Medios confirmaron que la casa en la que entró la policía para realizar investigaciones era la de Ramos.
Según documentos legales, el periódico había publicado un artículo que afirmaba que Ramos acosó a una mujer en Facebook y que se declaró culpable de hostigamiento delictivo.
Todo parece indicar que el agresor actuó solo. En la primera inspección del edificio donde está la redacción del Capital Gazette, para asegurar que ya no había peligro, “recuperamos lo que creemos que podía ser un dispositivo explosivo, del que ya nos hemos ocupado”, explicó el jefe de la policía del condado, Bill Krampf, quien posteriormente aclaró que se trataba de una mochila con latas de gas.
“Este fue un ataque dirigido contra el Capital Gazette”, señaló y detalló que investigan amenazas enviadas al diario a través de redes sociales. “Estamos tratando de confirmar de qué cuenta eran y quién las envió”.
Krampf precisó que las advertencias no parecían estar destinadas a un individuo, sino a los medios de comunicación en general e “indicaban violencia”.
En un mensaje de Twitter, el presidente Donald Trump expresó su solidaridad con las víctimas. Sin embargo, cuando la prensa le preguntó directamente sobre el ataque, el magnate los ignoró. Su portavoz, Sarah Sanders, tuiteó que “un ataque violento contra periodistas inocentes haciendo su trabajo es un ataque contra todos los estadounidenses”. En varias ocasiones el presidente y su gabinete han criticado a los medios por difundir lo que llaman fake news.
Joel Simon, director ejecutivo del Comité para la Protección de los Periodistas, señaló que “la violencia contra periodistas es inaceptable” y llamó a realizar una investigación exhaustiva sobre los motivos del ataque.