Los ataques rusos en Siria han provocado más de 18 mil muertos, de los que casi 8 mil eran civiles, desde el inicio de la intervención militar de Moscú en apoyo al régimen sirio, en 2015, afirmó este domingo una ONG.
Según Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), "18 mil 096 personas murieron en ataques rusos en Siria entre septiembre de 2015 y septiembre de 2018, incluidos 7 mil 988 civiles, un 44% del balance total".
Pero Moscú este domingo suministró un balance muy diferente. La Comisión de Defensa dice que sus ataques aéreos provocaron la muerte de "85 mil terroristas", y niega víctimas civiles.
"Todos los ataques de la Fuerza Aérea apuntaron y apuntan con precisión a blancos terroristas. En tres años decenas de miles de blancos terroristas fueron destruidos: depósitos de municiones, zonas fortificadas, puestos de comando", añadió.
Rusia interviene en Siria en apoyo al régimen de Bashar al Asad desde el 30 de septiembre de 2015, y siempre ha negado haber dirigido sus ataques contra civiles.
Antes de la intervención rusa, "el régimen sólo controlaba 26% del territorio sirio", en tanto que el EI más del 52%, según el OSDH.
Actualmente, las fuerzas leales al régimen controlan dos tercios del territorio, mientras que el EI casi quedó borrado del mapa debido al efecto de dos ofensivas diferentes, la dirigida por el régimen y su aliado ruso y la liderada por Estados Unidos, que cuenta con apoyo de fuerzas árabe-kurdas.
Los rebeldes, que perdieron sus últimos bastiones en el sur del país y en los alrededores de Damasco en los últimos meses, están actualmente confinados en la provincia de Idlib (noroeste).
Más de 360 mil personas han muerto en Siria desde el inicio de la guerra, en 2011.
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