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Aura Moreno presenta sus memorias

La artista realizó dos residencias en el Reino Unido, en donde comenzó a crear a partir del silencio, el horizonte y los recuerdos. El resultado de tan grata experiencia ahora se encuentra en el MAQRO

16/08/2018 |06:00Rocío G. Benítez |
Rocío G. Benítez
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En pequeños cuadros, Aura logró capturar el silencio, el imponente horizonte de Berwick upon Tweed, Reino Unido, durante dos residencias que realizó. El resultado y consecuencias de tal experiencia se aprecian ahora en “Costuras de la memoria”, exposición que presenta el Museo de Arte de Querétaro (MAQRO).

Aura Moreno Lagunes es originaria de la Ciudad de México, llegó a vivir a Querétaro en 1982 y un año después realizó su primera exposición de grabado, por eso dice con orgullo que su carrera artística comenzó en esta tierra.

Desde niña, los hilos y las agujas la han acompañado, con la enseñanza de su madre y abuela. Estudió la carrera de diseño industrial, con especialidad en textiles. Además del grabado, trabaja cerámica, pintura, instalación, arte objeto, libro de artista, escenografía y vestuario.

En entrevista con CLASE, Aura platica de “Costuras de la memoria”,  una colección que revela con honestidad los silencios y gozos de la artista en pequeños cuadros que parecen ventanas a su universo; una instalación que realizó con la tela de bolsas del famoso té inglés, libros de autor que cuentan su trayecto y varios retratos de mujeres,  rasgo que tanto ha distinguido a su obra.

Aura Moreno presenta sus memorias

La exposición deja ver un universo muy tuyo, todo muy íntimo, ¿cómo fue la creación?

Tuve una residencia  de dos meses en Inglaterra,  en un lugar silencioso a la orilla del mar, y lo que empecé a hacer fue ver qué me impactaba de ese lugar, porque era enfrentarme a otro ambiente y otro sitio, todo el día veía el horizonte del mar y comencé a trabajar haciendo una línea horizontal, una línea en medio que me daba como una estabilidad, y trabajar sólo con el cuadrado. En la exposición se ven piezas en las que yo llegué  como más oscura y  me fui limpiando en dos meses de estar en silencio, mucho silencio, la casita donde yo estaba era muy callada.

Dices que la residencia te sirvió para limpiarte, lejos de las referencias teóricas, ¿cuál es tu visión actual  del arte?

A la conclusión que estoy llegando ahorita es que el arte es como Dios, indefinible, que lo puedes tocar de muy diferentes maneras y que todas tienen su valor, en la residencia yo preparé un programa de lo que iba a hacer, lo traté de redactar muy teórico, y ahí me dijeron que dentro de todo, sea divertido, si no es divertido no lo hagas, y me encantó ese comentario. Para mí el arte es algo que te llena el espíritu, sí hay mucha teoría importante y buena, pero el arte también puede hablar de cuestiones sociales y de denuncia, ahora, en este momento de mi vida, estoy tratando de encontrar un estado de paz y quiero poder transmitir algo de eso.

¿Entonces no concebías el arte desde ese punto de vista, de la diversión?

No, por lo general he sido bastante  dedicada, muy agobiada por cumplir, y sí me llamó la atención el comentario, fue algo que me relajó.

Aura Moreno presenta sus memorias

 ¿Por qué “Costuras de la memoria”?

Porque estoy incluyendo costura y para mí ese es un acto de memoria, de estar con mi abuela y con mi madre, ellas fueron las que me enseñaron a coser, desde chiquitita tenía mis agujitas, la escuela también me reforzó porque iba a escuela de monjitas y nos enseñaban a bordar los regalos del Día de las Madres y todo eso. Ahora cada vez que estoy cosiendo hasta veo la mano de mi mamá en mí, mis manos se están pareciendo  a las de ella, y me doy cuenta que hacer una puntada habla de la espacialidad, el orden y la memoria.

 ¿Ya concluyeron las memorias?

Con la exposición se cierran ciclos, concluye el círculo de esas dos residencias, pero quedan varios hilos sueltos como seguir con la investigación de meter textil al papel y la pintura, porque un hilo atravesado marca de una manera contundente la obra, el coser con el zigzag me encanta, esa parte yo creo que me está marcando, no quisiera pasar a otro lado. Yo había dejado de pintar a mis mujeres porque se veían muy tristes, medio angustiadas y para esta serie salieron unas muy dulces. Comencé pintando a la mujer pero en realidad era yo, a raíz de esas residencias empecé a verme también en las otras mujeres o a ver que a las otras les pasa lo mismo que a mí, somos lo mismo, pero nuestras condiciones, juicios y prejuicios son diferentes,  en realidad somos seres humanos buscando ser felices.