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Río de Janeiro.— El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo ayer que tomará “medidas contra el gobierno [de Nicolás] Maduro”, y señaló que su país, territorio al cual migraron decenas de miles de venezolanos, “no sólo acogerá y dejará que se resuelvan las cosas naturalmente”.
Aunque no explicó cuáles serán las “medidas” que tomará y dijo que Brasil buscará una solución pacífica, sus declaraciones apuntan al endurecimiento del discurso con Venezuela.
Respecto a la posible liberación del ex presidente Lula da Silva, Bolsonaro afirmó que la medida sería una señal de que el crimen recompensa.
Aseguró que en su calidad de jefe de Estado de Brasil no le concederá un indulto a Lula, encarcelado desde abril pasado para cumplir una condena de 12 años de prisión por corrupción, pero que los tribunales superiores sí pueden llegar a liberarlo en caso de que consideren que el expresidente puede aguardar en libertad hasta que su proceso pase por todas las instancias judiciales.
“Con mi llegada al poder ya no existe esa posibilidad”, afirmó, y dejó en claro que su gobierno nunca estaría de acuerdo con el indulto para el ex presidente.
Lula pide su libertad.
La defensa de Lula da Silva, preso por corrupción, pidió ayer ante la Corte Suprema la libertad del expresidente brasileño por la “pérdida de la imparcialidad” del juez que le condenó, Sergio Moro, quien aceptó ser ministro del gobierno de Jair Bolsonaro.
Los abogados alegan “la irremediable pérdida de la imparcialidad” de Moro “para procesar y juzgar” al exjefe de Estado (2003-2010), con quien el magistrado “estableció una relación de enemistad capital”, además de “demostrar la existencia de intereses” extrajudiciales.
En relación a su política externa hacia Venezuela, ayer Jair Bolsonaro dijo que “por la cláusula democrática, Venezuela no puede estar más en el Mercosur”, pero no mencionó una ruptura con el bloque.
Venezuela entró al bloque sureño en 2012 y está suspendida desde 2017 por “ruptura del orden democrático”.
arq