Sao Paulo.— El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, criticó ayer el Pacto Mundial para la Migración, del cual prometió durante su campaña retirar a su país.
“Brasil es soberano para decidir si acepta o no migrantes. Quien por ventura venga para aquí deberá estar sujeto a nuestras leyes, reglas y costumbres, como también deberá cantar nuestro himno y respetar nuestra cultura”, tuiteó Bolsonaro.
“No cualquiera entra en nuestra casa, ni cualquiera entrará a Brasil a través de un pacto adoptado por terceros. NO AL PACTO MIGRATORIO”, añadió. Y ponderó: “Jamás negaremos ayuda a quienes la precisan, pero la inmigración no puede ser indiscriminada. Son necesarios criterios”.
El pacto de Naciones Unidas descarta las políticas de deportación en masa y considera que la disuasión de los inmigrantes debe utilizarse sólo como un último recurso.
Después de que lo reportara la prensa local, una fuente diplomática confirmó a la AFP que Brasil abandonó el pacto de la ONU, aunque el Ministerio de Relaciones Exteriores aún no se pronunció oficialmente.
Desde la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Brasil, una fuente afirmó que no habían sido notificados formalmente.
Bolsonaro dijo que no negará ayuda a quienes cruzan la frontera, en aparente alusión a los venezolanos que escapan de la crisis económica y política de su país. En los últimos años, decenas de miles de venezolanos han cruzado hacia el vecino Brasil. La nación más grande de Latinoamérica también ha recibido a refugiados sirios y libaneses en los últimos años, además de haitianos, bolivianos, paraguayos y peruanos que buscan mejores oportunidades económicas. Sin embargo, el mandatario apuntó que tanto Brasil como los migrantes estarán más seguros si el país adopta sus propias reglas.
Por otra parte, Bolsonaro anunció que su gobierno reafirmará ante los foros competentes la validez de la medida que prevé el encarcelamiento de personas condenadas en segunda instancia, como el caso del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
arq