En el restaurante Bar hoyo 19 del Club Campestre de Querétaro, Valeria Galván Nardoni fue la protagonista de una despedida de soltera organizada por su mamá, Elsa Nardoni, quien convocó a familiares y amigas entrañables de la novia para celebrar su compromiso nupcial con Isaac Nieto Castañón.
Delicados arreglos florales con rosas, hortensias, lilis y miniclaveles recibieron en punto de las 10:00 de la mañana a cerca de 50 invitadas, quienes disfrutaron de una infaltable vista hacia los hermosos campos de golf.
Luciendo un vestido blanco de encaje, Valeria dio una afectuosa bienvenida junto a su madre, quien agradeció la presencia de todas en el evento, y compartió su emoción por la próxima boda que será celebrada el 13 de octubre en el templo de Nuestra Señora de Guadalupe.
“Estoy feliz porque Isaac es un gran muchacho, de esos que ya no hay, y que yo hubiera escogido por sobre todos para mi hija; es educado, de linda familia, súper estudioso y un encanto. Se merecen el uno al otro. En la familia somos de matrimonios sólidos. Alonso –papá de la novia– y yo vamos a cumplir 28 años de casados, mi papá murió cuando llevaba 58 años de matrimonio con mi madre y mis abuelos cuando cumplieron 60; han sido relaciones muy duraderas y sólidas, por lo que les aconsejo a ambos que sigan esta tradición familiar, y fundamenten su matrimonio en el respeto y la buena comunicación”, compartió Elsa.
Entre las asistentes, también estuvo presente Adriana Castañón, mamá del novio, quien extendió algunos consejos a Valeria para mantener su hogar con paz y amor, y aprovechó el momento para anunciar otra despedida de soltera a celebrarse el 8 de septiembre, que será organizada por ella.
Para el deleite de todas, fue servido un desayuno fresco, con fruta y jugos de temporada; café y pan recién horneado, y como plato fuerte, unas crepas poblanas rellenas de pollo a los tres quesos.
La mañana transcurrió con la música en vivo de la cantante Linda Camelia, y fue cerrada con varios juegos tradicionales de mesa como lotería, que provocaron el buen humor y la carcajada de más de una de las presentes.
Valeria e Isaac se conocieron mientras realizaban un intercambio académico en Madrid, España. Ambos estudiaban leyes en la facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro, pero no fue sino hasta esa experiencia, que supieron de la existencia del otro.
Al poco tiempo de regresar se hicieron novios, y luego de dos años y diez meses, Isaac decidió dar el siguiente paso pidiéndole de una forma muy especial que se casara con él.
“Fue en la Toscana, ese día me dijo que íbamos al evento de un amigo suyo. Cuando llegamos, me vendó los ojos, y me dijo al oído: ‘confía en mí, a partir de ahora es tu momento’. Entonces, me quitó la banda y vi todo decorado con pétalos de rosas en el piso, velas, fotos de nosotros por todas partes, al centro había una salita, donde me senté y al instante comenzó a proyectarse un video de nosotros; luego salimos a la terraza, me cantó ‘Come to me’, y bajo los chisperos, me pidió matrimonio. Luego llegó nuestra familia para acompañarnos y festejar al ritmo de la música de un grupo de mariachis”, recordó Valeria con una sonrisa.
bft