Los escándalos sexuales en el Congreso de Estados Unidos hicieron caer a un tercer legislador en menos de una semana, tras la sorpresiva renuncia del republicano por Arizona, Trent Franks, quien estaba bajo investigación en la cámara alta acusado de conducta inapropiada.
Franks anunció en un comunicado que dejará su escaño a finales de enero próximo, horas después que el senador demócrata por Minnesota, Al Franken, informó ante el pleno de la cámara alta que dejará su curul en las próximas semanas, cediendo a las presiones de sus colegas para separarse del cargo.
El legislador por Arizona reconoció que hizo sentir “incomodas” a dos anteriores empleadas de su oficina con quienes discutió la posibilidad de servir como madres subrogadas, ya que tanto él como su esposa no han podido tener hijos de manera natural por problemas de infertilidad.
El republicano, quien de acuerdo con algunos reportes se enfilaba a buscar el escaño senatorial que dejará vacante el también republicano Jeff Flake, dijo que conoció en fecha reciente que el Comité de Ética lleva a cabo una investigación al respecto.
“En lugar de permitir un juicio sensacionalista y que la prensa dañe las cosas que más amo, esta mañana notifiqué a los líderes de la Cámara que dejaré el Congreso el 31 de enero de 2018”, dijo Franks, en alusión a su esposa y a sus dos pequeños hijos, que fueron concebidos por una madre subrogada.
La oficina de Paul Ryan, el líder republicano en la cámara de representantes, dio a conocer en un comunicado que éste fue informado la semana pasada sobre acusaciones de conducta inapropiada por parte de Franks, y que el legislador no las negó cuando fue confrontado.
Franks es el tercer legislador que renunció esta semana a su escaño como resultado de acusaciones de conducta sexual inapropiada o acoso sexual, después de Franken y el congresista demócrata John Conyers.
Franken fue acusado semanas atrás por la conductora Leenan Tweeden de manosearla mientras estaba dormida en un viaje de apoyo a las tropas, y de besarla sin su consentimiento en 2006. Otras mujeres se sumaron después a las acusaciones.
La caída del Conyers, quien ocupó su escaño distrital por el estado de Michigan por más de cinco décadas, inició luego que el portal de noticias BuzzFeed reveló que su oficina pagó 27 mil dólares para resolver una queja de una mujer que dijo que fue despedida después de rechazar sus avances sexuales.
Luego otras mujeres hicieron acusaciones similares, incluyendo una que aseguró que Conyers la manoseó cuando ambos se encontraban dentro de una iglesia.
La semana pasada el periódico Político reveló que la oficina del congresista republicano, Blake Farenthold, pagó con fondos públicos, 84 mil dólares a una exempleada que lo acusó de discriminación de género y acoso sexual.
Farenthold, quien representa al distrito 27 de Texas, y hasta ahora no ha enfrentado las presiones de que fueron objeto Franken y Conyers, rehusó confirmar el reporte aduciendo estar impedido por una ley.