Investigadores del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad Querétaro junto con científicos del INAH, la UNAM y la Universidad de Colorado, lograron autentificar Códice Maya de México, antes conocido como Códice Grolier.
La colaboración del equipo de trabajo del Cinvestav consistió básicamente en realizar estudios espectroscópicos (FTIR y Microespectroscopia Raman) y de Difracción de Rayos X, de fragmentos de algunos folios del códice, así como de muestras de materiales y pigmentos de referencia, con el objeto de apoyar los esfuerzos del INAH para determinar la autenticidad del documento.
El equipo de investigación fue encabezado por Omar Jiménez Sandoval, con los análisis realizados por el Cinvestav al Códice Maya de México fue posible la identificación plena de algunos pigmentos y materiales de este documento histórico.
“Se logró la identificación inequívoca del pigmento conocido como ‘azul maya’, misma que permitió a los expertos del INAH demostrar con certeza la autenticidad del Códice Grolier, que incluso cambió de nombre, por el de Códice Maya de México”, explicó Jiménez Sandoval.
Las conclusiones a las que se llegaron con los análisis del Códice Maya de México generarán publicaciones especializadas y de divulgación, dada la relevancia de los descubrimientos para el patrimonio histórico y cultural de México y el mundo.
Se trata del único códice maya existente en México (los otros tres reconocidos como auténticos, Dresde, Madrid y París, se encuentran en dichas ciudades); además, “el Códice Maya de México es el más antiguo conocido hasta el momento, tanto por el fechado mediante radiocarbono, como por su estilo e iconografía; se trata también del libro más antiguo de América”, sostuvo Omar Jiménez.
En el estudio realizado por Cinvestav se identificados otros pigmentos que forman parte del códice, en especial se determinó por primera vez la presencia de grana cochinilla, un colorante rojo basado en el ácido carmínico y que tuvo una amplia difusión en Europa después de la Conquista.
En el año 2007, un equipo de científicos mexicanos realizaron una investigación, que únicamente permitieron la identificación de algunos materiales inorgánicos.
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