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El uso de tecnología ha demostrado su valor para enfrentar diversas adversidades relacionadas con los fenómenos naturales, como inundaciones, derrumbes o terremotos; algunas de esas tecnologías son desarrolladas por investigadores del Cinvestav.
“Hoy se cuenta con tecnologías robóticas útiles para colaborar en este tipo de tareas, como robots reptantescapaces de introducirse en espacios reducidos entre los escombros de algún derrumbe y para detectar personas mediante el uso de cámaras térmicas IR que detectan el calor humano”, explicó Juan Manuel Ibarra Zannatha investigador del Departamento de Control Automático de este Centro.
Sin embargo, apunta el investigador, “desarrollar prototipos industriales para realizar misiones de rescate requiere de una masa crítica de diversos especialistas, laboratorios bien equipados y presupuestos suficientes; lo cual es posible porque el país cuenta con varias instituciones y una cierta cantidad de especialistas que, trabajando juntos, serían capaces de desarrollar esta clase de robots rescatistas”.
Por ejemplo, Rafael Cisneros Limón, egresado del Laboratorio de Robótica y Visión Artificial (RoVisA) del Departamento de Control Automático del Cinvestav, trabaja en el equipo Advanced Institute of Science and Technology de Japón con el humanoide HRP2, finalista del concurso organizado por la Agencia de la Defensa para Proyectos de Investigación Avanzada de Estados Unidos para desarrollar un bombero robótico.
Los robots pueden detectar sonidos que emiten las víctimas y son capaces de capturar imágenes de video tanto del entorno como de los accidentados localizados; estos mismos sensores suelen equipar a vehículos robotizados con ruedas o con orugas y aún humanoides para situaciones similares y moverse en espacios no tan reducidos.
Las labores de auxilio, rescate y diagnóstico de daños también pueden realizarlas drones autónomos del tipo multirrotor. Las tecnologías de control, automatización, percepción y computación que requieren estos robots autónomos (reptantes, rodantes o voladores) están disponibles en México y se utilizan o mejoran en muchas instituciones de educación superior o de investigación como el Cinvestav.
De hecho, desde hace una decena de años se lleva a cabo el Torneo Mexicano de Robótica en el cual, al igual que en el torneo internacional RoboCup, se incluye la categoría de robots de rescate; se trata de vehículos autónomos con ruedas y/o orugas equipados de sensores, cuya misión consiste en internarse en un entorno devastado para localizar y rescatar víctimas en casos de desastre.
Las misiones que los drones deben ejecutar de manera autónoma en estos certámenes consisten en detectar visualmente la ubicación de las víctimas y llevarles paquetes con ayuda médica, habiendo navegado en un entorno urbano volando sobre calles, entre edificios, sobre puentes o bien atravesando zonas arboladas. La inspección de construcciones para detectar zonas de fuego o fallas estructurales es otra de las tareas a realizar.
En este contexto, el Laboratorio RoVisA cuenta con líneas de investigación para el desarrollo de prototipos de robots autónomos (humanoides, automóviles y drones multirrotor), aplicables en misiones de reconocimiento y rescate; trabajan en temas como navegación con ayudas visuales, planificación de la misión, elaboración de mapas (videoSLAM) y comprensión de la señalización de tránsito.
Un robot rescatista puede tratarse de un vehículo con orugas y/o ruedas, puede tener forma humanoide o bien puede ser una aeronave no tripulada o hasta un robot reptante; la elección de su arquitectura depende de la misión a desempeñar, que puede ser física y con fuerza para remover escombros para rescatar víctimas, o bien limitarse a la evaluación de daños, detección de personas, asistencia para suministrar medicamentos, equipos médicos o alimentos.
Un robot de rescate debe ser autónomo, con cualidades sensoriales importantes: visión, oído, tacto, olfato, capacidad visual tridimensional y cierta habilidad en toma de decisiones. “En el Laboratorio RoVisA, trabajamos sobre prototipos a escala de estos robots, tratando de dotarlos de capacidades sensoriales, así como de propiedades para su navegación autónoma y de toma de decisiones”, sostuvo Ibarra Zannatha.