Armadas con letreros, consignas y la motivación de llevar el hashtag #MeToo (#YoTambién) del internet a la vida real, cientos de mujeres, hombres y niños se reunieron el domingo entre tiendas eróticas y trampas para turistas en Hollywood Boulevard para protestar contra el acoso sexual.
La marcha Take Back the Workplace y la marcha desobrevivientes #MeToo unieron fuerzas en el corazón de Hollywood, cerca de la entrada del Teatro Dolby donde se entregan los Premios de la Academia.
Caminaron junto a turistas, tiendas de disfraces, clubs desnudistas y un hombre con una camiseta que decía “el whiskey me hizo hacerlo”, para escuchar encendidos discursos de personas como la acusadora de Harvey Weinstein Lauren Sivan y la productora galardonada con el Oscar, Cathy Schulman.
“Ni en macetas ni en las plantas, mantengan los genitales en sus pantalones”, gritó la multitud antes de cambiar a “Harvey Weinstein es un chiste, las mujeres trabajadoras acaban de despertar”.
Otros lemas decían "sobrevivientes unidas, jamás seremos divididas” y “lo que sea que nos pongamos, a donde sea que vayamos, sí quiere decir sí y no quiere decir no”.
Algunas llegaron con familiares y amigos, por lo que las edades de los manifestantes fueron de los 4 a los 68 años. Aislinn Russell, una estudiante de secundaria de 15 años, llegó con dos amigos y letreros contra términos como “friend zone" (situación de dos amigos en la que solo uno de ellos tiene interés romántico o sexual por el otro) y "zorra".
“Veo el movimiento #MeToo crecer y veo a toda esta gente contar sus historias, yo también tengo mis propias historias”, dijo Russell. "Quiero unirme y no quedarme callada con todo lo que está pasando”.
Su letrero, con letras rosa y púrpura, decía: “Decir zorra es atacar a las mujeres por su derecho a decir sí”. El de sus amigos decía: “‘Friend Zone’ es atacar a las mujeres por su derecho a decir no”.
Nancy Allen, una mujer de 52 años de Los Angeles, llevaba un letrero que decía "Tenía 7 años".
“Hemos estado calladas demasiado tiempo”, dijo Allen. “Mucha gente se guarda esto por años y años”.
Howard Kim, un residente de Los Angeles de 68 años, salió a apoyar la marcha.
"Me siento un poco mal de que no haya más gente”, dijo. "Esperaba que lo hubiera”.
Los organizadores de la marcha calcularon que había entre 200 y 300 asistentes, pero también reconocieron que era difícil poner una cifra ante la multitud habitual en Hollywood Boulevard.
El grupo caminó cerca de 1.6 kilómetros hasta la esquina de Sunset Boulevard y Cole, lugar de la sede de CNN donde se colocó un podio para la marcha Take Back the Workplace (Recuperemos el Lugar de Trabajo).
Sivan, periodista de televisión que alegó sufrir acoso sexual por parte de Weinstein, fue la celebridad invitada a la macha Take Back the Workplace. Dijo que este es el momento de reordenar el poder.
"Queremos que nuestras hijas e hijos puedan ir a trabajar y nunca tengan que tener una junta con un tipo en bata de baño”, dijo. "Que nunca tengan que decidir entre aguantarse o perder su trabajo”.
Schulman, quien preside el grupo de activistas Women in Film, dijo a la multitud que el problema de acoso sexual no se puede arreglar solo haciendo una limpieza de los criminales sexuales. Las mujeres, dijo, deben estar protegidas del prejuicio y el abuso. Schulman pidió diversificar los sitios de trabajo y reformar los departamentos de recursos humanos.
Aunque no asistieron muchos famosos, algunos apoyaron la marcha desde la distancia.
"A todas mis hermanas y hermanos que están marchando hoy en Los Angeles les mando mi amor y apoyo a miles de millas de distancia”, escribió Patricia Arquette en Twitter el domingo.
Claire Forlani, otra acusadora de Weinstein, tuiteó: "A las mujeres y hombres que marchan en Hollywood hoy #metoomarch estoy en espíritu. #Solidaridad".
La protesta pacífica también tuvo un aire de melancolía. Aunque había solidaridad, el miedo a las represalias persistía.
Una mujer que no quiso dar su nombre por miedo a sufrir repercusiones o ser demandada llevaba un letrero en el que acusaba al productor de un programa de comedia de tocarle el trasero y hacerle comentarios sexuales.
"Gracias a mi agente William Morris por decirme 'quédate con la boca callada o nunca más volverás a trabajar'", decía otro letrero. "Por cierto, tú también representabas a mi abusador”.
Schulman dijo, sin embargo, que tiene esperanzas. El jueves su organización anunció que creará una línea de ayuda contra el acoso sexual a la que las víctimas podrán llamar para recibir asesoría legal gratuita y otro tipo de ayuda. Se espera que comience a funcionar el 1 de diciembre.
“He experimentado discriminación de género, desigualdad salarial. Me han gritado, me han faltado el respeto y me han robado el reconocimiento, también me han robado dinero. He estado en bancarrota en dos ocasiones y mucho peor, he visto de todo. He visto todo tipo de acoso, todas esas formas de crímenes sexuales. Sin embargo, he producido 20 películas y he supervisado más de 150 películas. Me gané un Oscar e incluso crie a una hija de 17 años”, dijo Schulman.
"No dejen que nos destruyan. Podemos ganar esta guerra. Es un juego. Es un juego de poder que podemos ganar”.
lsm