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Colombia confirmó hoy el hallazgo de un semisumergible o submarino con capacidad para transportar más de siete toneladas de cocaína hacia Centroamérica y México en ruta a Estados Unidos y cuya construcción, a un costo aproximado a un millón y medio de dólares, fue financiada por el cártel de Sinaloa, una las más poderosas organizaciones mexicanas del narcotráficointernacional.
La localización de la nave se registró este 6 de junio en Tumaco, en el suroccidental departamento colombiano de Nariño, fronterizo con Ecuador y una de las zonas de mayor narcoactividad de los cárteles mexicanos, informó la Policía Nacional de Colombiaa EL UNIVERSAL, tras relatar que el sumergible fue detectado en una operación combinada aérea, fluvial y terrestre que desplegó con el Batallón de Infantería Número 4o de los guardacostas de la Armada Nacional de ese país.
A consultas de este diario, la Policía de Colombia confirmó que la construcción del aparato fue pagada por el cártel de Sinaloa. “Se tenía conocimiento por parte de los investigadores que esta embarcación había sido financiada con dineros del cartel de Sinaloa, con el único fin de agilizar la fabricación para posteriormente llenarla con clorhidrato de cocaína en un afán por sacar alcaloides del país”, aseguró, en un reporte que remitió a este periódico.
Tras ser localizada, la nave, con una estructura que “correspondía a un semisumergible de color azul”, fue incendiada por los efectivos policiales y militares, informó.
“Tenía una cabina con capacidad para llevar a cuatro personas, dos serian los maquinistas que operan el motor y controlan los niveles de agua para evitar ser detectados en turnos de 12 horas”, describió.
Otro espacio seria para el mecánico y el ultimo para “la garantía”, que es como se define a la persona “de la organización narcotraficante que viaja junto a ellos para asegurar que la droga llega completa a su destino”, aclaró.
El semisumergible contó con una bodega para almacenar más de siete toneladas de cocaína, vez haladas por un potente motor de diesel, añadió.
Los recuentos oficiales detallaron que en el sitio se encontró lo que sería un astillero, cercano a un afluente del río Mira y empotrado con gruesos troncos. También narraron que la embarcación de 10 metros de eslora “estaba casi terminada, solo faltaban los acabados y retoques de impermeabilización que se aplica con una resina”.
“Después de fijar el semisumergible, las autoridades destruyeron la embarcación” y afectaron “significativamente las finanzas del narcotráfico, teniendo en cuenta que este modelo de barco alcanza un costo aproximado de 1.5 millones de dólares”, advirtió el parte policial.
Por el momento no hay detenidos
Los gobiernos de Colombia y Ecuador alertaron este año que los cárteles mexicanos del narcotráfico internacional intensificaron su presencia en puntos marítimos y terrestres de las zonas fronterizas entre las dos naciones, para el contrabando de gran cantidad de cocaína por los corredores del Océano Pacífico desde esos países hacia Centroamérica yMéxico, rumbo a Estados Unidos.
La DEA, agencia antidroga de EU, reconfirmó que cerca del 85% de la cocaína que ingresó en los últimos años al mercado estadounidense pasó por vías o trillos marítimos del sur al norte de América.
EL ATAQUE
El comunicado policial aportó los entretelones del operativo ejecutado para penetrar a la región y desarticular una red logística del narcotráfico que, con financiamiento del cártel de Sinaloa, se involucró en construir un submarino.
Según el boletín, tras recibir información confidencial sobre movimientos de embarcaciones pequeñas en transporte de maquinaria y de gran cantidad de recipientes con disolventes y pintura por el río Miraen una vereda conocida como El Chontal, agentes policiales, en una primera operación de asalto, sobrevolaron la zona y desembarcaron comandos especializados en misiones de jungla.
Sin embargo, el mal tiempo y la presencia en el área de un grupo armado irregular impidieron el desarrollo de la maniobra, que se realizó con respaldo de helicópteros y lanchas para lograr que las tropas se desplazaran con rapidez y mientras desde el aire persistieron las complicaciones para detectar “con claridad el objetivo”, admitió.
“A la llegada las aeronaves fueron recibidas con disparos que provenían de diferentes lugares en la espesa vegetación”, por lo que “solo una rápida maniobra permitió el desembarque en soga rápida de los autoridades en una patrulla mixta con fuerzas especiales de la Armada Nacional”, mientras que por el rio Mira se desplazó otro comando componente de uniformados en una lancha nodriza usada por los guardacostas para llegar al lugar y contrarrestar el ataque.
Ya en tierra, los efectivos aseguraron la zona para evitar un ataque y después de un recorrido terrestre llegaron a una estructura rústica y construida con madera, con tejas de zinc y plástico, “como si se camuflara en la vegetación”, precisó. “Los dueños” del taller cubrieron los techos con la corteza de los árboles y con hojas secas para evitar que fueran descubiertos desde el aire por los agentes en las aeronaves, prosiguió.
Las autoridades colombianas confirmaron que en el sitio encontraron gran cantidad de víveres-carne deshidratada, frutas, conservas, enlatados y muchas bebidas hidratantes- y abundante material para la fabricación, como herramientas, 375 galones de resina, combustible y un pequeño alojamiento con toldos para el descanso de los trabajadores del astillero.
De acuerdo con el testimonio de un investigador citado por el informe, las condiciones precarias del lugar y el inclemente clima de la región exigieron que el semisumergible debiera estar listo “en poco tiempo”.
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