Demostrando que no hay edad para tener pasión y metas en la vida, el pequeño Nicolás Pizarro de 11 años, nos platicó sobre su amor por el salto ecuestre, un deporte que requiere de gran dedicación, constancia, disciplina y amor por los caballos.
Como todo niño, disfruta de la compañía de su familia y amigos, pero algo que lo diferencia, es su gusto muy particular por los caballos, el cual le fue inculcado desde muy pequeño por su padre, Nicolás Pizarro.
Nicolás Jr. ha demostrado tener talento para el deporte, a su corta edad ha representado a México en el Internacional del Hípico Guaymaral en Colombia, quedando en cuarto lugar.
Entre otros galardones destacan el tercer lugar en el acumulado del Circuito de Caballería en 2016 y 2015 en la categoría preinfantil, recientemente debutó en la categoría infantil low e infantil médium y en esta categoría se coronó con el primer puesto. Nico es un alumno dedicado a sus labores escolares, logra cumplir con sus deberes y entregar todas sus tareas, para posteriormente dedicarse a la otra parte de su vida, el salto ecuestre del cual nos comparte cómo se dedicó a ello y sus experiencias.
¿Desde cuándo practicas?
A los cuatro años ya montaba una pony muy pequeña, es algo que desde que recuerdo me ha gustado mucho. Cuando cumplí seis años compré con mis ahorros un pony alemán y él fue mi compañero mucho tiempo. Después empecé a montar un caballo más grande en la escuela de mi papá en el Estado Mayor, pero sigo teniendo a mi pony y lo quiero mucho.
¿En qué categoría concursas?
A veces voy a la Ciudad de México, San Miguel de Allende, Valle de Bravo o incluso fui a Colombia a un concurso internacional, en todos he participado en pruebas de un metro, solo que ya estoy planeando subir a 1.10 metros, he ido avanzando muy bien. Suelo tener hasta 15 concursos al año, eso está muy padre, conozco muchos lugares y hago lo que me gusta. Cada vez me preparo más.
¿Qué es lo que más te gusta de montar?
Me gusta sentir esa conexión que muchas veces tenemos con los caballos, para saber si vas a la derecha, a la izquierda, si tenemos que saltar o parar, se necesita que nos entendamos perfecto, básicamente entender lo que sentimos ambos, es algo increíble.
¿Cuándo practicas?
Voy casi toda la semana, a veces salgo a concursar sábado y domingo pero cuándo es en Querétaro sin duda voy. En las mañanas voy a la escuela, estoy en quinto de primaria y en las tardes las dedico a este deporte.
¿Qué quieres ser cuándo seas mayor?
Me quiero seguir dedicando a esto, quisiera en algún momento ir a una olimpiada y cuando sea más grande poder tener una escuela como mi papá, para enseñarle a la gente el cariño que le puedes tener a los caballos y a participar en salto ecuestre de forma profesional.
¿Qué consejo les puedes dar a otros niños que quieren dedicarse al salto?
Que busquen una buena escuela o un buen club, en donde les enseñen bien las técnicas. El salto es muy buena experiencia, es un buen deporte que te da disciplina. Yo creo que les puedo decir a otros niños es que tengan paciencia no todo se logra rápidamente, no puedes estar en 50 cm y al otro día en un metro. Les digo que le echen ganas, este es un deporte en equipo con tu caballo, los dos tienen que esforzarse para tener un buen resultado. Además, ayuda mucho en la fuerza de las piernas, en lo personal siento que me ayuda mucho la concentración, tienes que estar atento para saber cuándo dar la vuelta, a que obstáculo vas y no perderte.