Investigadores chinos han identificado la potente toxina en el veneno del ciempiés de cabeza dorada, que es capaz de someter en segundos presas hasta 15 veces más grandes en peso.
Los temibles ciempiés de cabeza dorada (también conocido como el ciempiés chino de cabeza roja), viven en Asia y Hawai. Hasta ahora, no se sabía qué había en el veneno que lo hacía tan poderoso: hace que el cerebro detenga el movimiento del corazón y la presa muere rápidamente.
En este nuevo trabajo, publicado en PNAS, los investigadores informan que han aislado la toxina en el veneno, a la que llaman Ssm Spooky Toxin: el Ssm proviene del nombre científico del ciempiés, Scolopendra subspinipes mutilans.
El equipo encontró la toxina probando los químicos en el veneno uno por uno, un proceso laborioso. La toxina funciona, informa el equipo, al bloquear el potasio que entra y sale de las células. Tal bloqueo impide que el cerebro le indique al corazón que lata, y el animal muere muy rápido.
El movimiento del potasio también es importante para las células en las vías respiratorias, lo que significa que la víctima de una picadura también comienza a tener problemas para respirar.
Cuando las personas son mordidas por un ciempiés de cabeza dorada, experimentan mucho dolor, tanto que muchas acuden a un hospital en busca de ayuda. En realidad, es bastante común: en Hawai, señalan los investigadores, las picaduras de ciempiés representaron aproximadamente 1 de cada 10 visitas a la sala de emergencia debido a causas naturales durante los años 2004 a 2008 (un promedio de aproximadamente 400 por año). Las muertes por tales picaduras son raras, sin embargo.
Investigaciones anteriores han demostrado que un medicamento llamado retigabina puede restablecer los canales de potasio; normalmente se usa como un medicamento anticonvulsivo para pacientes con epilepsia. En este caso, podría usarse en su lugar como un antídoto para las personas mordidas por el ciempiés.