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Crean páncreas bioartificial que podría ser la “cura” para la diabetes

El páncreas bioartificial está compuesto de tejido pulmonar de cerdo y células secretoras de insulina

Foto: Especial
06/10/2019 |11:00
Redacción Querétaro
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Científicos en Israel desarrollaron un páncreas bioartificial que sería capaz de medir el nivel de azúcar en el cuerpo y secretar una cantidad óptima de insulina en personas con diabetes, lo cual podría ser una “cura” para la diabetes.

La innovación, que ha sido creada por Betalin Therapeutics, se implantaría en el paciente y se conectaría con sus vasos sanguíneos a través de un proceso ambulatorio, lo que devolvería al páncreas su función de secretar insulina.

“El páncreas diabético ha perdido la función de secretar insulina y se la devolvemos. El paciente nunca debería tener que inyectarse insulina en su cuerpo”, dijo al Jerusalem Post el director de la compañía, Nikolai Kunicher.

El páncreas bioartificial, que está compuesto de tejido pulmonar de cerdo y células secretoras de insulina, podría medir los niveles de azúcar en el cuerpo y secretar la cantidad óptima de insulina, dando fin a la diabetes.

Hasta ahora el proyecto ha sido probado en ensayos con animales; sin embargo, se espera que dentro de los próximos 12 meses se realicen pruebas clínicas en humanos para lo que esperan recaudar 5 millones.

Betalin Therapeutics fue fundada hace cuatro años, luego de una década de investigación. Esta tecnología representa la siguiente fase del Protocolo de Edmonton, a través del cual los médicos ya están implantando islotes pancreáticos en los pacientes.

“Los médicos suspenden los islotes de un donante y los implantan en un paciente. Esto puede curar a los pacientes por algunos años pero es un procedimiento complicado y tiene muchas desventajas, como que el tejido muere en horas extras”, señaló a ese medio el líder de la investigación, Avi Treves.

A diferencia de ese Protocolo, la microestructura artificial del páncreas permite que las células funcionen mejor y por más tiempo. La innovación está siendo probada por clínicas en Alemania, Inglaterra, Miami, China e Italia, y podría tener un precio de 50 mil dólares por paciente.