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Los especialistas Juan Martín Gómez González, Víctor Hugo Márquez Rodríguez, Marco Guzmán Speziale y Ramón Zúñiga Dávila-Madrid coincidieron que el principal obstáculo al que se enfrentan al hacer ciencia en México es convencer a quienes toman decisiones y cuentan con el poder económico, que esta materia y la investigación son necesarias para el desarrollo del país.
En la mesa redonda posterior a la presentación del proyecto, también se explicó que en Querétaro, contrario a la creencia popular, sí tiembla y la mayoría de las construcciones cumplen pobremente con las especificaciones para zonas sísmicas.
Detallaron que el reglamento de construcción estatal es muy deficiente, pues hasta hace unos años, el crecimiento de Querétaro era paulatino y no se tenía el “boom” que hay en la actualidad, por lo que no se le pone la atención debida.
Sin embargo, destacaron que es el momento de cambiar esa visión, ya que se han registrado hundimientos en varias partes de la ciudad, ocasionados por la extracción de agua, apreciables en las diferentes fallas geológicas.
Los investigadores precisaron que un sismo cercano a Querétaro lo puede afectar y, de acuerdo con su magnitud, pueden ser las afectaciones.
Asimismo, consideraron que para que el gobierno federal preste atención a la ciencia y la investigación se necesita la presencia de algún desastre, tras el cual se buscará remediar las repercusiones de ese hecho.
El Centro de Geociencias (CGEO) presentó la RedMAQ, instalada en la biblioteca infantil Paralelepípedo, del Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro (CECEQ).
Este es un proyecto de participación ciudadana del CGEO de la UNAM, el primero en su tipo en el interior de la República, el cual busca que organismos públicos y privados, así como ciudadanos preocupados por su entorno y aficionados interesados en la ciencia se unan a este esfuerzo de colaboración para describir el movimiento del terreno generado por fuentes naturales o antrópicas de impacto “extendido”.
El acto fue encabezado por Lucía Capra, directora del Centro de Geociencias; Alfredo Varela Echavarría, presidente del Consejo de Dirección de la UNAM, campus Juriquilla; José Vidal Uribe Concha, director general del CECEQ; Mauricio Palomino Hernández, secretario técnico del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (Concyteq); Florencio Martín Hernández Balderas, secretario técnico de la Secretaría de Educación estatal; y José Luis Mendoza Martínez, director de gestión y análisis de riesgos de la Coordinación de Protección Civil de la entidad.
Juan Martín Gómez González explicó que “la superficie de la Tierra se mueve todo el tiempo debido a terremotos, explosiones, tormentas, derrumbes de edificios, movimientos de antenas, árboles, el tráfico, entre otros factores. Cada uno de estos fenómenos o actividades genera un patrón propio de vibración del terreno que se puede registrar en un sismómetro; de ahí que el CGEO busque crear una red de alta densidad que permita describir objetivamente el movimiento del terreno y asociar su efecto en la infraestructura urbana”.
RedMAQ estará conformada, en su primera etapa, por siete estaciones digitales —con tres componentes de aceleración y una de velocidad—, cinco de las cuales han sido instaladas en la capital; el resto, en diferentes partes de la entidad.
Los investigadores se dijeron confiados en que el número de instrumentos se incrementará geométricamente cada año, ya que en Querétaro se registra un número significativo de microsismos o sismos moderados.
El proyecto, subrayaron los científicos, permitirá la realización de los análisis preliminares de los efectos de sitio local. Con los datos recopilados verificarán el comportamiento de las diferentes zonas de la ciudad.