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Familiares cercanos y amigos de la festejada se reunieron en una casona antigua del Centro Histórico de Querétaro para acompañarla en la celebración de un año más, lleno de logros.
Castañuelas, abanicos y faldas de flamenco se podían observar entre las invitadas, quienes disfrutaron de una divertida velada al son de la música de los guitarristas, que en vivo interpretaron melodías españolas. Para el momento de la cena no pudieron faltar los platillos clásicos como baguettes con salsas representativas, acompañados de tinto de verano y sangría.
“Le deseo que siga conservando la alegría que posee desde que la conozco, tengo la dicha de ser esposo de una persona muy especial y muy querida por mucha gente, la prueba es el día de hoy; tenemos casa llena”, comentó su esposo Arturo Rueda.
Además de celebrar su cumpleaños la intención de Martha, fue resaltar la belleza de Querétaro, así como la influencia que tienen las raíces mexicanas con la cultura española. Considerada una amante del flamenco, Martha buscó crear un ambiente similar al de un tablao en Granada.
“Por su puesto lo más importante es la asistencia de los amigos, pero también es un momento para agradecer por la vida y la salud”, comentó.
Al concluir la presentación musical llegó un espectáculo de bailarinas profesionales, que con sus pasos marcados y movimientos peculiares, lograron sacar las ovaciones de los invitados.
Al centro del patio resaltaba una fuente decorada con pétalos y un naranjo que despedía un aroma especial. En la fiesta estuvieron sus hijos, Fabiola y Charbel Rueda.
