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Dafne Almazán, la joven mexicana que a los 13 años se convirtió en la psicóloga más joven del mundo y a los 17 ya estudia una maestría en enseñanza de matemáticas en la Universidad de Harvard, ríe cuando se le pregunta si los niños sobredotados se parecen a los personajes de la famosa serie The Big Bang Theory.
En entrevista con EL UNIVERSAL, lamenta el bullying que reciben los niños y jóvenes sobredotados, no sólo de sus compañeros de clase, sino a veces de sus propios profesores. “Cuando los niños sobredotados crecen y encuentran oportunidades en otro país se van, porque no quieren apoyar a la sociedad que los dañó”, dice.
Lamenta que no se detecte a tiempo a niños sobredotados y que haya adultos que piensen que tienen una enfermedad y que incluso los mediquen o los aíslen al pensar que son gente antisocial.
¿Crees que las personas sobredotadas como tú se parecen a los personajes de la famosa serie The Big Bang Theory?
—No [ríe]. Yo creo que se tienen muchos estereotipos de los sobredotados. No creo que todos sean así, como los de esa serie. Yo conozco a muchos niños y jóvenes sobredotados; cada uno tiene su personalidad, talentos en diferentes cosas.
¿Cómo descubriste que eras una niña sobredotada?
—Mis papás fueron los que se dieron cuenta primero, porque cuando yo era pequeña comencé a leer y escribir de manera autodidacta. Mis hermanos [Andrew y Delanie] ya habían sido detectados antes que yo, entonces ellos me dieron las herramientas para que yo pudiera avanzar. Yo me di cuenta hasta los ocho años, cuando entré a la preparatoria.
¿En qué se parecen los niños sobredotados a los otros niños?
—Cuando se les detecta a tiempo y están en un ambiente donde no sufren, los niños sobredotados pueden convivir con los otros niños. Cuando son pequeños es una etapa difícil; de hecho, 80% de los niños sobredotados sufre o sufrió rechazo en la escuela, o sea, bullying. Esto se debe a que son diferentes y los otros alumnos los molestan, y no sólo los alumnos, sino también los maestros. Obviamente, cuando los niños sobredotados crecen y encuentran oportunidades en otro país se van, porque no quieren apoyar a la sociedad que los dañó.
¿Tú alguna vez padeciste discriminación por ser una niña sobredotada?
—No, porque nunca estuve en un sistema escolarizado tradicional. Desde pequeña siempre estuve con mis hermanos; la preparatoria fue un sistema especial, y ya más grande eran alumnos que no me trataban mal. Yo nunca he sufrido bullying por ser sobredotada, y eso me ha ayudado a que pueda tener una estabilidad.
Tus papás fundaron el Cedat, Centro de Atención al Talento, por el caso de tu hermano. ¿Cómo fue?
—Sí, ellos lo hicieron por mi hermano. Él sufría en la escuela, no tenía un lugar, no tenía amigos. Entonces, mis papás decidieron hacer un centro que pudiera ser un ambiente de educación diferenciada, donde estaban los niños con otros niños de su misma edad y sus mismas capacidades. Mi hermano convivía con gente de universidad y sí tenía la edad mental parecida, pero al final es mejor tener a niños con niños.
¿Tú creciste y fuiste educada con la Teoría Nouménica que desarrolló tu hermano?
—Sí. Para mí fue algo realmente muy bueno, porque pude aprender conforme a mis capacidades. Por ejemplo, iba a la universidad y regresaba al Cedat en las tardes y yo jugaba, platicaba, corría. Entonces, al final yo seguía teniendo mi vida de niña.
Tu papá es director del Cedat, así que has tenido contacto con otros niños sobredotados. ¿Cómo ha sido esta experiencia?
—Cuando era pequeña todos ellos eran mis amigos y ahorita intento ayudarlos, apoyar a otros niños que entran desde pequeños.
¿Por eso escogiste estudiar la carrera de psicología?
—Fueron dos factores del porqué estudié psicología. El primero fue porque mi hermano también es psicólogo, entonces yo era pequeña cuando él estaba estudiando. Él venía a la casa, nos enseñaba, y a mí eso me interesó bastante. Pero fue hasta que se fundó el Cedat cuando vi que esto era una necesidad con los niños sobredotados.
Tenía yo que aprender; por ejemplo, lo de las pruebas sicométricas, calificarlas, aplicarlas; la parte de cómo ayudar en la estabilidad emocional de un niño sobredotado. Era una licenciatura que me interesaba mucho, pero que también que podía usarla en estos niños.
¿Qué hiciste en el tiempo entre que terminaste la carrera a los 13 años, convirtiéndote en la psicóloga más joven del mundo, y recientemente que entraste a una maestría en Harvard?
—Hice una maestría en educación y, de hecho, la tesis fue sobre enseñanza de las matemáticas, y esto fue lo que me motivó a hacer otra maestría en matemáticas.
¿Cómo fue tu proceso de ingresar a Harvard?
—Fue largo, empecé desde julio [2018]. Cuando vi que esta maestría existía, yo quise aplicar, pero ni siquiera podía meter mi aplicación porque era menor de edad. Entonces tuvimos que hablar con el director de la maestría; analizaron mi caso para al menos dejarme aplicar y posteriormente fueron los exámenes, las entrevistas y mandar mi currículum. Fue en enero cuando me admitieron.
¿Qué se siente ser la primera menor de edad en entrar al Master Math for Teaching, después de 100 años que esto no sucedía?
—Estoy muy feliz, pero también sé que es una gran responsabilidad, sobre todo con México. Me voy a estudiar al extranjero, pero no me voy a quedar allá; yo no quisiera ser otro caso de fuga de cerebros, que encuentran una oportunidad allá, que lo que estudian y aprenden lo aplican en otro país. Yo creo que México tiene muchas áreas que hay que mejorar, y yo como mexicana tengo que apoyar en eso.
¿Cómo es estudiar con personas mayores que tú?
—Acabo de regresar de una materia que tuve en enero y realmente todos mis compañeros me trataron bien. Yo creo que a estas alturas ya la gente acepta las diferencias.
Según datos del Cedat, podría haber en México alrededor de un millón de niños con sobredotación intelectual. ¿Por qué crees que no vemos más casos como el tuyo, de niños que se están graduando a los 13 años de una licenciatura y que están entrando a los 17 a un posgrado?
—Lo que pasa es que no se les detecta a tiempo. Hay niños que creen que tienen una enfermedad, se les diagnostica con déficit de atención o síndrome de Asperger, y esto provoca que incluso los medican; otros niños se aíslan y sienten que son gente antisocial, las niñas se adaptan al sistema por los estereotipos que se tienen. Hay muchos factores que influyen en que perdamos a estos niños sobredotados. Pero, desde hace nueve años que se fundó el Cedat sí ha habido más casos de gente entrando joven a la universidad.
Por ejemplo, ha habido casos de la primera generación del Cedat que ahorita están en universidades como la UNAM, el Politécnico, entrando a edades bastante tempranas, y no dudamos que en un futuro entren a un posgrado siendo menores de edad.
¿Cómo es un día en la vida de Dafne?
—Yo me paro como a las siete, hago ejercicio, atiendo a mis cuatro perros; posteriormente vengo al Cedat, hago mis lecturas de lo que esté trabajando. Después tengo todas mis clases en la tarde: de arte, teatro, violín, guitarra, canto; la parte de idiomas, francés y chino.
¿Qué hace Dafne Almazán para divertirse?
—Toda la parte de la música me gusta mucho, es mi pasatiempo. También me gusta mucho convivir con mi familia, hacer ejercicio. Me gustan mucho el taekwondo y el kempo.
¿Dónde estará Dafne en cinco años?
—Yo creo que ya habría acabado toda mi parte académica y ya estaría aquí, trabajando en el Cedat.