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Carmen Herrera y María Fernanda Cedillo son dos emprendedoras, que luego de su labor realizada en el Sistema Municipal DIF de Corregidora, decidieron unirse para crear un espacio de mujeres para mujeres a través de la venta de bisutería fina con MACA, una distribuidora de joyería hecha por manos mexicanas.
Aunque 20 años las separan generacionalmente, la diferencia es imperceptible cuando de trabajo se trata, ya que ambas enriquecen su proyecto día con día, a través de las habilidades y los conocimientos que adquieren en sus vidas por separado, donde se desenvuelven como mujeres totalmente multitask.
Car, como le dicen de cariño a Carmen, es madre de tres hijos y esposa del ex edil de Corregidora, Mauricio Kuri, quien al recibir este nombramiento hace tres años, la convirtió en la presidenta del Sistema Municipal DIF de esta demarcación.
Durante el cumplimiento de su labor social fue que conoció a Fer, una veinteañera recién graduada de la carrera de Comunicación, que con el tiempo se convirtió en su mano derecha y mejor amiga.
“Hay una diferencia de edad muy considerable, ella tiene 26 años y yo 44, casi casi podría ser su madre. La verdad es que hubo química desde el inicio, yo necesitaba a alguien de mucha confianza en quien me pudiera apoyar, no sólo para las actividades en el DIF, sino también por mis problemas de salud".
"Recuerdo que desde la primera vez que platicamos, hubo mucha empatía y así trabajamos durante tres años, convirtiéndose en mi mano derecha, izquierda y todo”, compartió Herrera entre risas.
Luego de su trabajo social, Herrera y Cedillo decidieron emprender un nuevo proyecto juntas que les permitiera generar recursos propios y mantener el ritmo de trabajo conseguido en su experiencia anterior.
“A principios de año fuimos a una expo a la Ciudad de México, íbamos a ver cosas para el DIF Corregidora, como artículos de regalo para el Día del Abuelito y el Día del Niño, justo cuando me encontraba a punto de dejar mi puesto en esta institución. Realmente nuestra intención no era generar lo que ahora es nuestro negocio, pero cuando vimos todo aquello nos dijimos: y ¿por qué no emprendemos un negocio que nos agrade a las dos?”, relató Herrera.
Fue así como compraron diez piezas de bisutería de la marca Van Grieken, que vendieron en poco tiempo a través de whatsapp, que se convirtió en su primer escaparate comercial, y debido al éxito, decidieron asistir a un bazar de mayoristas donde conocieron otras marcas de bisutería mexicana, tales como: Belle Starr, Giuliana joyas y Verónica Rosales, todas encabezadas por mujeres.
“Como mujeres hay que apoyarnos, porque luego dicen que somos muy conflictivas y si nos unimos, podemos lograr cosas muy buenas. Nos ha tocado la suerte de tener puras proveedoras mujeres y la verdad es que en los pocos meses que llevamos del negocio, no hemos tenido ningún problema”, aseguró Car.
Pese a que sólo llevan cinco meses con la marca, las socias ya han participado en bazares como Lady Market y Tianguis Emergente. Además han presidido showrooms donde sus clientas, además de conocer los productos que comercializan, conviven entre sí, generando una atmósfera de compra más personal.
“Saben que vienen a comprar pero lo hacen en un ambiente cálido, cómodo, sin prisas y con la confianza de que si no les gusta el producto, no importa. Además, se intercambian opiniones, llegan y dicen: ‘Ay se te ve bien padre’, aunque a lo mejor ni se conocían”, señaló con entusiasmo María Fernanda.
Por esa razón y en busca de continuar con esa dinámica, no buscan establecerse –a corto plazo– en un establecimiento comercial, sino seguir promoviendo la marca a través de este tipo de espacios y de manera directa, acudiendo incluso a los domicilios de las personas.
Finalmente, consideran que aunque los tiempos han cambiado y que ahora la mujer juega un papel preponderante en el espacio público y dentro del mercado como empresarias, aún hay mucho por hacer para que las relaciones económicas se generen de manera más equitativa.
“Fer ya salió de su licenciatura y actualmente está concluyendo su maestría. Ella como muchas otras, tiene la necesidad de ya no quedarse en su casa, sino generar un recurso propio para en un futuro poder aportar a su hogar y sentir que se puede con lo que sea; tener un sueño y llevarlo a cabo. Nos hemos dado cuenta de eso y consideramos que lo que nosotras y más mujeres hacen, sirve de ejemplo y motivación para quienes a lo mejor no saben cómo lograrlo”, puntualizó Car.