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Algunos trastornos mentales como ansiedad o depresión ocasionan que patologías alérgicas en piel, nariz, ojos o bronquios se agraven, señaló la coordinadora nacional de la Guía Mexicana del Asma (GUIMA), Désirée Larenas-Linnemann.
Ante ello es necesaria una mayor cooperación entre psiquiatras y dermatólogos para realizar un diagnóstico temprano para mejorar la calidad de vida de esas personas, indicó durante el Encuentro de Neurociencias 2018 que se realiza en esta ciudad.
En el acto, organizado por la farmacéutica Pfizer, la experta expuso que cuando un cuerpo está ansioso por un estrés negativo o positivo se pueden activar las patologías alérgicas.
La también presidenta del Consejo de Sociedades Internacionales de la Academia Europea de Alergia e Inmunología (EAACI, por sus siglas en inglés), comentó que las alergias que están más ligadas a las emociones son rinitis, conjuntivitis y dermatitis atópica, siendo esta última la más sensible.
Abundó que en pacientes con ansiedad o depresión el asma sale de control, por lo que insistió en que las dos enfermedades tienen que tratarse de manera coordinada entre un dermatólogo y un psiquiatra, ya que el medicamento solo no resuelve el problema.
Por otra parte, advirtió que existen algunos casos aislados de personas en quienes factores emocionales como depresión o ansiedad detonaron una dermatitis, rinitis o asma.
Añadió que los médicos de primer contacto tienen que tener la mente más abierta para entender que un paciente con alergia debe recibir un atención integral que incluye a un alergólogo y un especialista en psiquiatría.
Sin embargo, lamentó que todavía no exista esta conciencia y las personas lleguen a un psiquiatra cuando su enfermedad ya avanzó mucho y por lo tanto ha perdido años de su vida.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México las alergias son más comunes de lo que parece, pues un 40 por ciento de la población las padece en mayor o menor medida.
Señala que son sobre todo infantes quienes las manifiestan con estornudos, escurrimiento nasal, dificultad para respirar y ronchas, entre otros síntomas, por lo cual es importante tratarlas para evitar que causen otras complicaciones.