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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, homenajeó el lunes a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001, y afirmó que el país no olvidará jamás lo ocurrido y no se dejará intimidar por "terroristas".
"El horror y la angustia de aquella jornada sombría están grabadas en nuestra memoria para siempre", dijo durante una ceremonia en el Pentágono, donde hace 16 años se estrelló uno de los cuatro aviones comerciales secuestrados por militantes de la red yihadista Al Qaida.
En la visión de Trump, los atentados de ese día, que traumatizaron a Estados Unidos y motivaron luego las invasiones de Afganistán (2001) e Irak (2003), cambiaron al mundo, pero también al país.
"Estados Unidos no será intimidado", dijo el presidente, advirtiendo a "los terroristas que han tratado de quebrar nuestra determinación".
"Haremos que no encuentren nunca un refugio para lanzar ataques contra nuestro país. No encontrarán ningún lugar donde esconderse en el planeta", aseveró.
Poco antes del acto en el Pentágono, Trump y su esposa Melania observaron un minuto de silencio en los jardines de la Casa Blanca.
Como ocurre cada año desde los atentados, la Presidencia estadounidense recuerda a las 08H46 local (12H46 GMT), el exacto momento en que el primero de los aviones impactó contra una de las torres del World Trade Center, en Nueva York.
Simultáneamente, se realizó un minuto de silencio en el predio donde se encontraban los edificios del World Trade Center y ahora se alza el rascacielos bautizado Freedom Tower.