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Los presidentes ruso, Vladímir Putin, y egipcio, Abdelfatah al Sisi, presenciaron hoy la firma de un acuerdo para comenzar a construir la primera planta nuclear de Egipto, que se ubicará en la localidad de Dabaa, en el noroeste del país, y que estará financiada por Rusia en casi su totalidad.
En una rueda de prensa conjunta con Putin, el dirigente egipcio afirmó que han acordado "construir la planta nuclear de Dabaa", siendo esta "la primera planta de este tipo en Egipto".
El contrato final ha sido firmado, según imágenes transmitidas por la televisión estatal, por el ministro egipcio de Energía, Mohamed Chaker, y el director general de la agencia nuclear rusa Rosatom, Alexéi Lijachov.
Putin discutió con Al Sisi sobre este proyecto y dijo en la rueda de prensa que, gracias a esta planta nuclear, "Egipto conseguirá el acceso a las mejores tecnologías".
En febrero de 2015, durante una visita del presidente Putin a Egipto, se anunció el acuerdo inicial para su construcción.
Según lo acordado, Rusia prestará 25 mil millones de dólares a Egipto, que los tendrá que devolver en plazos a partir de 2029 con un interés anual del 3 %, aunque las autoridades egipcias cubrirán el resto del coste total de la planta, estimado en 30 mil millones.
La planta dispondrá de cuatro unidades con capacidad para generar mil 200 megavatios cada una, y la puesta en funcionamiento de la primera unidad se espera en 2024, según la agencia de noticias rusa Tass.
Estaba previsto que el proyecto empezara a finales de 2017 y que concluya en un plazo de 12 años.
Actualmente, se está limpiando el perímetro donde surgirá la planta de minas y otros explosivos de las II Guerra Mundial, ya que el área de Dabaa fue escenario de una de las batallas más destacadas de la contienda y 75 años después sigue contaminada.
Este mes dio comienzo la formación de cinco años de los primeros 75 técnicos en la escuela de Dabaa, según informó el periódico local "Daily News Egypt", que se encuentra en Marsa Matruh y que dispone de laboratorios sobre una gran superficie.
Asimismo, en la alocución, Putin destacó que construirán una gran "zona industrial rusa" en Egipto con el objetivo de exportar "los productos rusos" a los países de la región.
"Prevemos (para el proyecto) un volumen de inversión total de 7 mil millones de dólares", anunció el mandatario ruso.
Además, Putin dijo que "en breve" firmarán un protocolo "urgente" para reanudar los vuelos directos desde Rusia a Egipto, suspendidos en noviembre de 2015 tras el atentado contra un avión de turistas ruso en la península del Sinaí con 224 personas a bordo, ya que el país árabe ha realizado "grandes esfuerzos para aumentar la seguridad en sus aeropuertos".
Igualmente, dio la bienvenida al proceso de reconciliación entre el movimiento islamista Hamás y el nacionalista Al Fatah por la unidad de Palestina, y adujo que es importante "recuperar el diálogo palestino-israelí directo respecto a los casos disputados, entre ellos, la situación de Jerusalén", pues estos tienen que servir, según el mandatario, "para los intereses de las dos partes".
Putin hizo alusión a la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como la capital de Israel y trasladar la embajada de su país a esa ciudad, lo que ha suscitado el rechazo de los países árabes e islámicos, así como de la comunidad internacional.
El líder ruso llegó a El Cairo este mediodía tras visitar por sorpresa la base aérea de Hamimim, en la provincia costera de Latakia, en Siria, donde ordenó el comienzo de la retirada de las fuerzas rusas allí desplegadas, según informaron los medios rusos.
Tras su reunión con Al Sisi, Putin se dirigió a Turquía, donde se reunirá hoy con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan.