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El pulso se aceleró a ritmo de rock

Emocionados por el beat de diferentes propuestas musicales, cerca de 40 mil jóvenes acudieron a la primera edición del festival Pulso GNP

Café Tacvba,Zoé, The Vaccines, División Minúscula y Porter también formaron parte del line up
07/06/2018 |05:00
Redacción Querétaro
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Emocionados por el beat de diferentes propuestas musicales, cerca de 40 mil jóvenes acudieron a la primera edición del festival Pulso GNP. https://goo.gl/MZJn7i

Publicado por Revista Clase Querétaro en jueves, 7 de junio de 2018

Una gran travesía fue emprendida desde distintos puntos de México por 40 mil jóvenes hacia las instalaciones del antiguo aeropuerto de Querétaro, para formar parte del concierto Pulso GNP, donde fueron recibidos por una magna estructura multicolor que se irguió como efigie de la celebración.

En punto de las 13:00 horas las puertas se abrieron para comenzar con los acordes indies de la agrupación Vanavara, quienes inauguraron los escenarios del festival, seguidos por los sonidos locales de las bandas queretanas CNVS y Solovino, quienes demostraron al público que en provincia también se sabe hacer buen rock.

“Incendiaron las campanas de la catedral, la música sonaba como un huracán” fue la canción con la que La Gusana Ciega se abrió paso ante su público, quienes corearon junto  con Daniel Gutiérrez, temas como  “No te puedo ver”.

El pulso se aceleró a ritmo de rock

El júbilo se multiplicó con la  agrupación ibérica Jarabe de Palo que transportó a la afición hasta los 90’s con clásicos como “La Flaca” y “El lado Oscuro”.

Pero la explosión de emociones surgió cuando la banda mexicana Café Tacvba ascendió al escenario en medio de un espectáculo de luces azules y violetas con Rubén Albarrán a la cabeza, quien portando una máscara de calaca cantó el tema “Futuro” y habló sobre las próximas elecciones.

El pulso se aceleró a ritmo de rock

Luego de la despedida de los cafetos, el público aguardó durante algunos minutos alrededor del escenario principal para ver a la banda estadounidense MGMT, que surgió en medio de incandescencias emanadas por audiovisuales.

Seguido de aclamaciones, Andrew VanWyngarden interpretó “She works too much” sobre una bicicleta fija que aparentaba girar sobre un camino  proyectado al fondo del escenario, para terminar poniendo a bailar a todos.