El presidente francés, Emmanuel Macron, alertó ayer de las amenazas que hacen peligrar la paz mundial al encabezar los actos en conmemoración por el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial en París, a los que asistieron cerca de 70 jefes de Estado y gobierno.

“Los viejos demonios resurgen, dispuestos a llevar a cabo su obra de caos y muerte”, dijo el mandatario, quien llamó a los dirigentes mundiales reunidos en la capital francesa a luchar por la paz y por un mundo mejor.

Macron habló de las amenazas que acechan al mundo actual, como el calentamiento climático, la pobreza, el hambre y la desigualdad. Advirtió que el unilateralismo, la violencia y el dominio sobre los demás no solucionan esos problemas.

“El patriotismo es  lo contrario del nacionalismo”, apuntó, mientras en las tribunas al pie del Arco del Triunfo lo escuchaban el presidente estadounidense, Donald Trump; la canciller alemana, Angela Merkel, y los mandatarios ruso y turco, Vladimir Putin, y Recep Tayyip Erdogan.

En su discurso,  recordó el conflicto que azotó Europa entre 1914 y 1918, y al que  se puso fin con un Armisticio hace 100 años: “En esos cuatro años Europa casi se mata a sí misma”, dijo.

También  prendió simbólicamente la llama al soldado desconocido que arde bajo el Arco del Triunfo. El fuego forma parte de una tumba en la que fue enterrado un soldado no identificado.  El monumento  rinde tributo a los 1.4 millones de militares caídos o desaparecidos en la guerra.

El acto fue el evento central de las conmemoraciones. Poco antes,  las campanas   llamaban a la población a participar en los eventos para  recordar a las millones de víctimas que cobró la guerra.

En un Foro por la Paz, Merkel expresó su preocupación por el creciente nacionalismo mundial: “La Primera Guerra Mundial nos mostró lo destructivo que puede ser el aislacionismo”, destacó. “Si esto estuvo mal 100 años atrás, ¿cómo sería ahora?”, cuestionó la canciller alemana.
Merkel dijo que actualmente se vuelve a actuar por intereses propios, lo que en el peor de los casos puede llevar a situaciones de violencia.

Diversos analistas vieron en sus palabras una crítica al presidente estadounidense, quien no asistió al foro.

En cambio, Trump visitó el cementerio de Suresnes, donde descansan los restos mortales de soldados estadounidenses caídos en las dos guerras mundiales, antes de regresar a EU.

“Fue una guerra brutal”, dijo. “Millones de soldados y aliados estadounidenses y franceses  combatieron con valor en uno de los conflictos más sangrientos de la humanidad”.

Su visita no fue grata en París donde alrededor de mil  personas protestaron ayer contra Trump. Los manifestantes lanzaron al aire un globo enorme que representa a Trump como un bebé gigante.

En Londres, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, conmemoró el final de la guerra en una ceremonia, acompañado por la primera ministra británica, Theresa May, quien no asistió a los actos en París.

bft

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