Dietas, ejercicios, tés, jugos, hemos probamos infinidad de cosas para bajar de peso, pero jamás lo logramos. ¿Qué estamos haciendo mal? Tal vez, nuestros malos hábitos nos están deteniendo para lograr nuestro objetivo: adelgazar. Por ello, es importante tener buenos hábitos alimenticios, pero sobre todo una vida sana y actitud positiva.
Dormir pocas horas
Un reciente estudio hecho por la Universidad de Stanford afirma que las personas que duermen menos de cinco horas comparadas con las que duermen ocho horas tienden a consumir alimentos hipercalóricos para sustituir la energía que no se recuperó por la falta de sueño, lo que acaba provocando una sobre alimentación, que genera una mayor ganancia de peso.
Auto crítica
No hay día que no nos miremos al espejo, pero algunas veces nos criticamos. El hecho de mirar nuestros defectos en vez de admirarnos afecta nuestra autoestima mandando una señal negativa a nuestro cerebro lo cual nos impide bajar de peso, es por ello que es indispensable tener una actitud positiva.
Saltarse alguna comida del día
Felipe Mertens, médico endocrinólogo comentó para la revista Vanguardia: “Sucede que al saltarnos una comida mantenemos una fase de ayuno prolongada y educamos en cierta manera al cuerpo para ese periodo. Es como si nuestro cuerpo se volviera ahorrativo. El cerebro no sabe cuánto tiempo durará ese ayuno, por lo que toma unas medidas estrictas y crea un almacén de energía”. Cuando descansamos, pasamos muchas horas en ayuno y al despertar lo único que tiene nuestro estómago son los ácidos que generó durante toda la noche. Es importante desayunar ya que nuestro estómago al no contener alimento a primera hora del día, toma las reservas de glucosa que se encuentran en el hígado y los músculos, las cuales las convierten en grasa. Sin embargo, si dejamos de lado algún alimento del día tenemos más posibilidades de engordar y ser propensos a tener alguna enfermedad.
Los fines de semana todo se descontrola
Muchas veces, entre semana nos limitamos a comer ensaladas, tomar agua, incrementar la ingesta de frutas y verduras, pero llega el fin de semana y nos excedemos en comida lo cual hace que nuestro cuerpo recupere lo que perdimos los días anteriores. El nutriólogo Carlos Tapia concedió una entrevista a la revista Muy Interesante en la que precisó que hay que comer pero sin excederse “no tienes que dejarlo todo de un sólo golpe. Te sugiero que tu recompensa por haber tenido una semana saludable sea una comida libre, no todo el fin de semana”.
Productos libres de grasa o light
Los productos con etiquetas que dicen “libre de grasa o light” no son tan acertivos, ya que para compensar el sabor y la textura, las empresas le añaden al producto azúcar, sal y otros ingredientes artificiales. Por ejemplo: en una mayonesa light le quitan la grasa pero añaden carbohidratos para conservar la textura, quizá eso no eleve demasiado las calorías, pero sí la glucosa de la persona cuando come. Se sabe que para el control de peso una de las estrategias más efectivas es cuidar la velocidad con la que se incrementa el azúcar en la sangre después de comer, no sólo contar las calorías.
Confundir el hambre con la sed
Muchas veces sentimos un vacío en el estómago; sin embargo, consideramos que es hambre cuando en realidad lo que necesitamos es tomar agua. Así que es indispensable que constantemente consumas agua no sólo para hidratarte y tener una piel sana, sino también para llenar ese hueco que creemos que es por hambre.