Más Información
Mañana 29 de octubre concluye el Horario de Verano (HV) en la República Mexicana, por ello se recomienda a las personas que hoy sábado 28 de octubre, antes de irse a dormir, atrasen una hora sus relojes, de modo que al día siguiente reanuden sus actividades con el horario de invierno.
Durante el Horario de Verano, que inició el primer domingo de abril y concluye el último domingo de octubre, se alcanzó un ahorro de energía eléctrica en consumo de 899 mil 754 Gigawatts-hora (GWh), equivalente al abastecimiento del consumo eléctrico de 563 mil casas habitación durante todo un año, con un consumo promedio de 266 kWh/bimestre, de acuerdo al Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE).
Asimismo, se evitó la emisión a la atmósfera de 408 mil toneladas de bióxido de carbono, principal contaminante del efecto invernadero, el equivalente a la quema de 1.146 mil barriles de petróleo.
El ahorro económico obtenido por la implementación del HV 2017 se estima en mil 332 millones de pesos, con un costo medio de la energía eléctrica de 1.4805 pesos por kWh para los usuarios domésticos. Esta cifra incluye los ahorros de los 33 municipios de la franja fronteriza norte.
¿Cómo y cuándo empezó el cambio de hora?
Según información de National Geographic, Ben Franklin fue la primera persona en sugerir el concepto de ahorro de luz diurna, de acuerdo con el autor del libro Seize the Daylight: The Curious and Contentious Story of Daylight Saving Time, David Prerau.
El libro asegura que mientras desempeñaba su papel como embajador de los Estados Unidos en Francia, Benjamin escribió que se había despertado varias veces a las 6 de la mañana y observó que el sol resplandecía antes de lo acostumbrado, fue allí cuando se dio cuenta de la cantidad de aceite que se podría ahorrar durante la noche si la gente se despertara antes.
Oficialmente, Alemania fue el primer país en aprobar el cambio de horario para reducir las horas de iluminación artificial y así ahorrar carbón que podría utilizarse en la guerra.
En Estados Unidos una Ley Federal estandarizado el inicio y fin del horario de verano en 1918, para aquellos estados que eligieron respetarlo, pero durante la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos obligó a todos los estados a establecer el horario de verano para el ahorro de energía como una forma de guardar recursos durante la guerra.
Durante el embargo de petróleo árabe en 1973-74, los EU volvieron a establecer el horario de verano. 30 años más tarde se promulgó la ley de política energética de 2005, que obliga a extender el horario de verano a partir de 2007.
La aplicación en México empezó en 1996, por un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 4 de enero. El país contaba ya con experiencias previas en materia de cambio de horarios estacionales en el estado de Baja California, donde se cambia a ese horario desde 1942.
Yucatán en 1981 y Durango, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas en 1988 establecieron cambios de horario para aprovechar más la luz del día, pero después de un año derogaron la medida debido al desfase crítico que se presentaba en las correspondencias horarias con el resto del país.
¿Es saludable o dañino?
El cambio de horario provoca, principalmente, en los adultos mayores problemas para dormir, ansiedad, cansancio y falta de concentración, informó la master en Fisiología y Medicina del Sueño, Guadalupe Terán Pérez.
Sin embargo, mencionó que como ya se ha visto la población en general no presentará mayores problemas y logrará adaptarse en los primeros tres días. De acuerdo con ella, las personas tardán y sufren más cuando deben adaptarse al Horario de Verano, el cual, le quita, aparentemente, una hora de sueño.
“Hay problema principalmente en personas mayores, después de los 60 o 70 años tienen desajustes en sus ciclos de sueño y si además de eso tienen un movimiento en el horario, un adelanto de sueño, eso significa que se van a dormir más temprano y despertarán en la madrugada”, explicó la especialista.
La terapeuta manifestó que los seres humanos dedicamos una tercera parte de nuestra vida a dormir, situación que sirve para mejorar el funcionamiento del cuerpo y la productividad diaria de las actividades.
Consejos para disfrutar de un sueño reparador
Según el doctor Esteban de Vicente, especialista en Neurofisiología de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Torrevieja, para disfrutar de un descanso reparador es "muy útil" disponer de estrategias claras para mantener una "adecuada higiene de sueño".
Alguno de los aspectos prácticos para mejorarlo son procurar normalizar el sueño habitual: con un mismo horario de sueño, no debemos dormir más de 20 minutos de siesta, de lo contrario, alterará nuestro reposo nocturno y no desplaza más de una hora el momento de levantarse tras haber trasnochado.
También respirar adecuadamente y explica una "sencilla técnica" podrá conseguirlo: colocar boca arriba y adoptar una postura cómoda, cerrar los ojos y relajar los músculos, respirando de forma pausada tres veces sin forzar la respiración y al final de la tercera, mantenerse sin tomar aire. Es importante no contener ni forzar la respiración y repetir el ciclo de seis a ocho veces.
Asimismo se refiere a mantener una alimentación adecuada: comer de forma equilibrada e hidratarse mucho. No fumar próximo a la hora de dormir; además, a partir de mediodía moderar el consumo de café, té, chocolate y bebidas refrescantes.
Además se recomienda acostarse una hora y media después de una cena normal y dos horas como mínimo si ha sido copiosa. Por último, se debe cenar de forma ligera con pocas grasas y calorías. La ingesta debe contener verduras (ricas en triptófano, aminoácidos precursores de serotonina y melatonina), pocas proteínas y lácteos. Evitar pasteles y moderar el consumo de alcohol.
Los últimos consejos son acondicionar el ambiente: la habitación debe tener una temperatura de 20-22º C; utilizar un colchón firme con sábanas lavables y transpirables y evitar las corrientes de aire para dormir. Realizar una ducha con agua caliente para relajarnos e intentar prepararnos para dormir y utilizar ropa cómoda de algodón son pautas que nos ayudarán a conciliar el sueño, según el especialista.