El gobierno de Estados Unidos elevó  ayer la presión sobre los migrantes indocumentados, al ampliar los casos que serán considerados delitos, lo que volverá a más personas prioridad de persecución y expulsión de los agentes fronterizos. “Esta es una nueva era. Esta es la era de [Donald] Trump”, justificó el fiscal general estadounidense, Jeff Sessions.

Sessions viajó a la frontera entre México y Estados Unidos —pasó el día en los alrededores de Nogales, en Arizona—, donde presentó un nuevo memorándum que instruye a los funcionarios de su cartera —abogados y fiscales federales— a “incrementar esfuerzos” para hacer cumplir las leyes migratorias e incluye  una serie de “ofensas migratorias” como “gran prioridad” para las agencias de protección de frontera y persecución de migrantes.

“Para aquellos que siguen intentando ingresar ilegalmente a este país, están advertidos: esta es una nueva era, esta es la era de Trump”, explicó. Hasta ahora, el equipo de Sessions sólo había amenazado de forma directa a aquellas instituciones y administraciones locales que se negaran a colaborar con las fuerzas de migración, las denominadas “santuario”, con quitarles fondos federales sin no cooperaban en la detección de indocumentados.

A partir de la implementación del nuevo memorándum, cruzar la frontera de forma ilegal, así como ayudar o proporcionar los recursos para hacerlo —un “negocio en auge”, según Se-
ssions—, será una ofensa muy grave y tendrá prioridad en su persecución judicial por parte de la fiscalía federal. En el mismo registro se situará la falsificación de documentos, la resistencia a agentes de migración o el reingreso al país tras una expulsión o deportación, según el documento de tres páginas.

No sólo serán casos prioritarios, sino que también habrá más rigor a la hora de las sentencias, advirtió Sessions. “Si alguien se atreve a atacar a uno de nuestros agentes en ejercicio de sus funciones, cumplirá tiempo en una instalación federal por eso”, dijo.

“Es aquí, a lo largo de la frontera, que pandillas trasnacionales como MS-13 y los cárteles internacionales inundan nuestro país de droga y dejan muerte y violencia. Y es aquí donde los indocumentados criminales y los coyotes y los falsificadores de documentos buscan derrotar nuestro sistema legal de inmigración”, explicó.

Sessions pidió que en todos los casos legales los fiscales federales “busquen en la medida de lo posible órdenes judiciales de expulsión”. Giró instrucciones para que en cada distrito se designe un “coordinador de seguridad fronterizo”, que tendrá que estar en su posición dentro de una semana y se encargará de liderar las pesquisas sobre las ofensas migratorias y enviar estadísticas sobre acusaciones y procesos legales contra migrantes, en  conjunto con el Departamento de Seguridad Nacional.

Hasta ahora, la posición más fuerte contra la migración había correspondido al secretario de Seguridad Nacional, John Kelly. Los nuevos coordinadores, junto a sus colegas de Seguridad Nacional, deberán, entre otras cosas, “enfatizar iniciativas específicas de persecución de migrantes”.

Asimismo, el fiscal general anunció la intención de nombrar  50 nuevos jueces de migración este año y 75 más en 2018, para acelerar los procesos judiciales sobre este tema, que según cálculos del Departamento de Justicia tiene 540 mil casos pendientes de resolución por la falta de recursos.  “Bajo el liderazgo del presidente [Trump]  vamos a tornar segura esta frontera y aplicar toda la fuerza de nuestras cortes migratorias”, dijo Sessions.

A través del Twitter presidencial, Trump señaló que “las bandas criminales y cárteles que inundan nuestro país ya no podrán beneficiarse de la ilegalidad, convertir las ciudades en zonas de guerra ni dañar a nuestra gente!”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS