El misoprostol, un fármaco que se utiliza para la interrupción del embarazo, se ha convertido en uno de los activos que forman parte de la “lista de modelos de medicamentos esenciales” de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El medicamento ha mostrado ser efectivo hasta en los entornos de más bajos recursos en un 98%.

La OMS explica que esta inducción o muerte fetal puede realizarse mediante métodos quirúrgicos y farmacológicos, uno de los más demandados es la administración de misoprostol.

Misoprostol es un medicamento que prevé y trata la aparición de ulceras gástricas. Por sus activos como mediador celular, este fármaco tiene la capacidad de actuar sobre el sistema reproductor, por lo que también es utilizado para inducir el trabajo de parto, e interrumpir el desarrollo fetal durante el embarazo.

Este fármaco fue diseñado para actuar de la misma manera que la prostaglandina, un conjunto de sustancias lípidas que malean el comportamiento de distintos órganos del cuerpo.

Las vías de administración del misoprostol más frecuentes son oral, bucal y sublingual. La primera de ellas debe tomarse de manera de inmediata, mientras que, en los últimos dos casos, se mantiene entre las encías y debajo de la lengua, respectivamente, por media hora antes de ingerirse.

Sin embargo, este medicamento también se suministra en comprimidos que son colocados en el fondo del saco vaginal.

Para el organismo sanitario, un uso responsabilizado de fármacos que inducen la interrupción del embarazo equivale a la combinación de dos medicamentos: mifepristona y misoprostol.

El método recomendado por la OMS conjuga la mifepristona de 200 miligramos (mg), seguida de misoprostol de 800 microgramos (µg) -y 400 µg en caso de administración oral-, el cual debe suministrarse de 24 a 48 horas después del primer fármaco.

Esta alternancia es recomendable para las mujeres que se encuentran en la novena semana de embarazo, lo que corresponde a los primeros 63 días del proceso de gestación.

Además, el órgano perteneciente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) especifica que, en el caso de gestaciones con un máximo de siete semanas, 49 días de embarazo, misoprostol puede emplearse de forma oral. Mientras que, en los embarazos con un máximo de nueve semanas (63 días), sólo podrá administrarse por vía vaginal, bucal o sublingual.

Además, el gestor institucional advirtió que las mujeres con más de 12 semanas en estado de gravidez también pueden solicitar la ingesta de ambos fármacos, ya que en algunas clínicas se les niega este tratamiento, y sólo se ofrecen métodos quirúrgicos como el llamado dilatación y evacuación (DyE).

Otro de los datos proporcionados por la OMS refiere que, los procedimientos quirúrgicos y farmacológicos trabajan conjuntamente. Los expertos sugieren que el cuello uterino debe prepararse antes de un aborto operatorio, con la administración de 400 μg de misoprostol por la vía sublingual o vaginal, dos o tres horas antes del procedimiento, pues reduce el dolor y efectos secundarios.

Según la organización, luego de un proceso satisfactorio con misoprostol, no es necesario un seguimiento de rutina médico, ya que su uso no produce efectos adversos en el estado de salud. Sin embargo, puntualizó que una dosis incorrecta ha registrado reacciones mixtas, aunque ninguna ellas relacionadas con la muerte de la paciente.

“Se ha demostrado que la mifepristona con el misoprostol son sumamente eficaces, seguros y aceptables para los abortos”, informa una guía de la OMS. “Se han notificado índices de eficacia de hasta el 98 %. Aproximadamente entre el 2 % y el 5 % de las mujeres tratadas con la combinación de mifepristona y misoprostol requerirán una intervención quirúrgica para resolver un aborto incompleto, finalizar un embarazo que continuó o controlar la hemorragia”.

Según estimaciones del organismo internacional, de los 208 millones de embarazos, sucedidos anualmente, 41% son no deseados, es decir 85 millones de ellos.

Hasta enero del 2021, la interrupción legal y voluntaria del embarazo estaba permitida en tres regiones de Latinoamérica: Cuba, Puerto Rico y Uruguay, sumándose Argentina, luego de su aprobación el 11 de diciembre del año pasado. Del mismo modo que ocurre en dos de las entidades federativas de nuestro país: Ciudad de México y Oaxaca, desde 2007 y 2019, respectivamente.

Pese a que otros 13 estados de la República Mexicana practican el aborto inducido, como es el caso de Guanajuato, Querétaro y Yucatán, por mencionar algunos, es aplicable sólo en casos de violación y deformaciones fetales graves.

De acuerdo con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), la interrupción del embarazo está permitida a partir de las 12 y hasta las 14 primeras semanas de la edad gestacional, desde la fecha del primer día de la última menstruación (FUM), equivalentes a los primeros 98 a 104 días.

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