París.— En los campos de batalla donde miles de soldados de todo el mundo perecieron hace 100 años en la Primera Guerra Mundial, vencedores y vencidos conmemoraron esos sacrificios ayer y evaluaron las alianzas que se han rediseñado drásticamente desde esos días.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, visitaron Compiégne, Francia, donde se firmó el Armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
En un gesto íntimo e histórico que subrayó sus papeles como líderes garantes de la paz en Europa moderna, ambos juntaron sus cabezas en el sitio donde los alemanes y los aliados pactaron el acuerdo de paz en 1918. También ingresaron a una réplica del vagón de tren donde se firmó el Armisticio y colocaron sus nombres en un libro de visitas. “Nuestra Europa ha estado en paz por 73 años. No hay ningún precedente y está en paz porque quisimos y, ante todo, porque Alemania y Francia querían esa paz”, dijo Macron.
La muestra clara de afecto fue un antídoto para Macron, pues horas antes tuvo una reunión incómoda con el presidente estadounidense Donald Trump. Al aterrizar en París el viernes en la noche, Trump tuiteó que se había sentido “muy” insultado por los comentarios que el presidente francés hizo días antes y que consideraba “eran contra Estados Unidos”.
Hace un siglo, la entrada de las fuerzas armadas de Estados Unidos a la Primera Guerra Mundial inclinó la balanza hacia los aliados: Francia y Gran Bretaña. Sin embargo, ayer al iniciar la conmemoración del Armisticio, el presidente Trump se quejó de que su país soporta demasiado de la carga para defender a Occidente. El estadounidense reiteró sus exigencias de un reparto de gastos más justos dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN): “Queremos ayudar a Europa, pero hay que ser justos”, dijo. “Otros países tienen que ayudar también”, añadió.
Trump también desató una andanada de críticas por anular una visita al cementerio donde están los restos de Marines estadounidenses que combatieron en la Primera Guerra Mundial. La visita se canceló por el tiempo lluvioso.
Por la noche, Macron ofreció una cena en el Museo de Orsay, en París. Hoy, unos 60 jefes de Estado y de gobierno se reunirán junto al Arco del Triunfo. La ceremonia será el clímax de las conmemoraciones del Armisticio.
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