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En el marco del Día de la Tierra es importante concientizar sobre el cuidado de la naturaleza, reflexionar acerca del impacto que produce el cambio climático para la humanidad y actuar para evitar el deterioro de la biodiversidad.
Julio Gómez Camacho, especialista en Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM, compartió en entrevista con EL UNIVERSAL que el confinamiento por Covid-19 también tendrá efectos contraproducentes para el medio ambiente, pues el distanciamiento social desde casa implicará un aumento excesivo en el uso de energía eléctrica.
“El consumo de energía eléctrica es uno de los factores que produce mayor número de emisiones de dióxido de carbono (CO2). Esta potencia eléctrica quemará más combustible, contaminando considerablemente a la atmosfera”, explicó el universitario.
El cambio de actividades cotidianas o la rutina es indispensable para un futuro sustentable, detalló el experto en sistemas atmosféricos, quien aseguró que no sólo deben aplicarse medidas de cuidado al ambiente durante la cuarentena, sino mantenerse como un estilo de vida.
“Podemos cambiar muchos aspectos de la vida diaria sin afectar nuestro confort en pro del medio ambiente, por ejemplo, no necesitamos estar confinados para tomar duchas más cortas, gastar la menor cantidad de agua posible es indispensable”, detalló.
Gómez Camacho determinó que “huellas de carbono” es el término atribuido a los indicadores ambientales encargados de reflejar las emisiones de CO2 producidas por una sola persona. Estas huellas se obtienen a través de un “análisis de ciclo de vida” con las huellas digitales del individuo.
“Existen herramientas con las que la población pueden verificar su 'huella de carbono' que cuantificará cuanto daño se está produciendo a la atmosfera, en términos de CO2 (…) La consulta consiste en una serie de preguntas sobre hábitos”, profundizó.
Este tipo de plataformas tienen como objetivo sensibilizar a la sociedad respecto a el papel fundamental que encabezan nuestras acciones para controlar el cambio climático, pues “nuestras actividades económicas interactúan con todo el ecosistema”.
Ante esto recomendó el consumo local, pues no requieren una movilidad compleja, evitando el uso de transporte para así disminuir la contaminación.
“Este tipo de acciones representan un ahorro significativo de energía, aunque no parezca ser palpable, tiene un gran impacto ambiental”.
Por otra parte, determinó que el confinamiento producirá secuelas en el comportamiento social, por ejemplo, abstenerse de viajar por temor a contraer la enfermedad por el coronavirus en el extranjero, lo que reducirá la cantidad de vuelos que producen una alta cantidad de emisiones carbónicas.
“Gran parte de la 'huella de carbono' está vinculada al número de viajes realizados anualmente, pues el combustible del trasporte aéreo es altamente contaminante y por eso las emisiones de CO2 han disminuido tras la decisión de restringir las fronteras”; sin embargo aseguró que ese temor en la sociedad se superará pronto: “Es cuestión de meses para que ese miedo pase a segundo término y las personas sigan viajando, como es costumbre”.
El miembro de la FC advirtió que reducir las emisiones de CO2 dependerá del ritmo en que cambiemos nuestras costumbres.
“No hay que olvidar que somos parte del ecosistema. Hagamos una cosa o dejemos de hacer otra, siempre tendrán un efecto y algunas veces no se verá reflejado de manera inmediata, siempre hay un periodo de respuesta”.
El Día Internacional de la Tierra se celebra cada 22 de abril desde su proclamación por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2009. Esta ffecha busca crear conciencia sobre los problemas de sobrepoblación, contaminación y conservación de la biodiversidad.