Aunque pueda parecer mentira, el pene puede romperse y es algo serio. Se trata de una urgencia urológica que no hay que demorar, aunque dé vergüenza, porque los daños pueden volverse irreversibles y generarse complicaciones morfológicas y funcionales. Este tipo de accidentes suelen tener lugar durante el sexo, la masturbación o bien por un balonazo súper fuerte.
Esta fractura se produce al aplicar una fuerza excesiva y tangencial al pene en erección. La rotura implica un desgarro en la túnica albugínea, un tejido vascular comunicante, envuelto por un tejido fibroso, que en estado de flacidez mide 2.4 mm, pero durante la erección disminuye su espesor hasta los 0.25 mm.
Así, se sabe que el pene se ha roto al percibir un chasquido o crujido, seguido de la pérdida inmediata de la erección, de la aparición de un fuerte dolor, y de la formación de un hematoma genital, exclusivamente peneano. Si la uretra está afectada puede evidenciarse hematuria, uretrorragia, dificultad miccional o retención urinaria.
El urólogo, andrólogo y especialista en medicina sexual masculina subraya que las fracturas de pene suelen producirse durante el acto sexual, cuando el hombre se encuentra tumbado boca arriba y la mujer está encima.
Según advierte el también responsable de la Unidad de Andrología y Funcional del Varón del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, "pasa más frecuentemente de lo que se cree" durante una relación sexual, aunque precisa que en los países asiáticos llegan a masturbarse con tanta energía que hay hombres que se lesionan el pene.
Así, el doctor Romero aconseja acudir rápidamente a urgencias del hospital ya que, la mayor parte de las veces se debe operar.
No obstante, reconoce que a veces un simple vendaje y esperar a que el hematoma producido en la fractura se resuelva pronto representan la solución, en caso de no haber mucho hematoma.
jpe