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Pintora exitosa, madre de tres hijos, esposa y amiga, Villarreal asegura que encuentra tiempo para desempeñarse en todas estas facetas, hallando mayor satisfacción cuando convive con su familia y se enfrenta con la sorpresa de que su arte es reconocido en destinos tan lejanos como Dubái.
En entrevista para CLASE confiesa que como todo artista, es espontánea y creativa y que en su caso, es alguien más quien debe poner orden a sus creaciones, mientras ella goza y disfruta expresándose a través de los lienzos.
¿Cómo iniciaste en el arte?
Crecí en una casa rodeada de estas cuestiones, ya que mi mamá Gabriela Villarreal Santos es artista plástica, también era decoradora de interiores, tuvo una gran trayectoria exponiendo en museos y básicamente así crecí. Yo jamás pensé que iba a ser artista plástica, empecé estudiando diseño, pero todo tiene relación, al final terminé pintando.
¿Cómo son los talleres de arte que compartes en Querétaro?
Visito esta ciudad principalmente para exhibir mi obra, que realmente es lo más fuerte. Para mí los talleres son para experimentar y mostrar las técnicas que utilizo, comparto muchísimas, como veladuras, texturas, gel, chapopote, fondeos cálidos y fríos, imprimatura de telas, uso de aerosoles, brocha seca y hoja de oro; toda la técnica es acrílico, aunque también utilizo aguarrás para cortarlo. Son talleres para todo tipo de gente, sin importar la experiencia.
¿Cómo ha sido compartir tus conocimientos?
Es algo que me ayuda muchísimo a sentirme bien porque no soy una persona ensimismada, me gusta enseñar y transmitir todo; experimentar y no tenerle miedo a nada, porque creo que las grandes ideas y logros, nacen de grandes locuras, entonces puede ser, o no, que surja algo padre, pero todas las cosas extraordinarias están hechas a partir de que alguien se atrevió y eso es algo que inculco mucho, el no temer a experimentar. A veces si estás pretendiendo hacer algo muy hermoso, te sientes tenso y no sale nada de ti; lo que uno quiere como artista es expresar lo que trae, aunque no todos los días son buenos, y eso es lo que hace que la obra valga porque está expresando el sentimiento del artista.
Entonces, ¿qué sueles expresar en tus cuadros?
A través de los años se va notando el cambio en el artista porque la vida no siempre es igual, a veces nos va bien y otras mal, también cambiamos de estado de ánimo, la vida es una rueda de la fortuna, pero siempre hay que tratar de hacer un concepto diferente para que el espectador también se proyecte, porque no sólo se trata de lo que yo quiero transmitir, sino también de lo que el espectador interpreta y ¿qué interpreta?, algo que también él está experimentando porque cada quien tiene su historia y ahí es donde se refleja, en la forma en la que cada persona ve la vida.
¿Hay alguna obra que consideres icónica?
No tengo una predilecta, sinceramente son como hijos y a todos los quiero igual, algunos cuestan más trabajo, pero al final estoy creando algo nuevo, entonces lo que ya hice lo sigo fomentando, pero a veces está en el pasado y ya no en mi presente.
Algunas de tus obras se venden en México, Estados Unidos, Europa y Asia, ¿cómo lograste esta especie de crossover?
En realidad no es que yo haya ido y tocado las puertas, hay un art dealer en Europa y Asia que se dedica a representarme y manejar mi obra, primero le gustó lo que yo hago y empezó a tratar con ella, todo ha sido gracias a galerías de arte que me representan.
¿Qué representa para ti el atravesar fronteras?
La esencia de todo esto es expresarme porque en realidad yo no sé si la obra llegará hasta Europa o se quede aquí en México, para mí todas son importantes. Lo que sí me da mucha satisfacción es darme cuenta de que trasciende y es aceptada en diversas culturas, porque al final somos muy diferentes en gustos y formas, y el hecho de que una persona en Dubái o en Hong Kong compre mi obra, para mí es súper gratificante porque no sé cómo piensan ni cómo son, pero la verdad el colorido y las formas transmiten porque se trata de arte visual en el que los sentimientos se notan y ahí es donde las personas somos universales, porque todos tenemos sentimientos como alegría y nostalgia, somos seres humanos aunque vivamos en diferentes culturas, eso es lo que nos identifica y unifica, que visualmente todos vemos este mundo hermoso y el arte se convierte en un idioma universal, es bastante trascendente y no hay obstáculos.
¿Te gusta viajar?
Sí, considero que una de las cuestiones más importantes y que te abre más el panorama es tu vida diaria, el trabajo y las experiencias de vida. Parte de esas experiencias son los viajes, que no tienen que ser hasta el fin del mundo, podemos visitar Chiapas, Oaxaca y conocer la naturaleza, simplemente en Monterrey, donde yo vivo hay zonas bellísimas, también en Europa y Estados Unidos, el mundo es muy hermoso y hay tantas cosas por ver; se trata de apreciar todo lo que la vida te da.
¿También te dedicas a la decoración de interiores?
No, lo que yo hago es asesorar a quien me compra una obra, si se requiere visito una casa para dar mi opinión y los tips necesarios para ayudar al cliente, porque yo lo que quiero es que la obra se vea hermosa y ayude al entorno.
¿Han colgado tu obra en algún lugar impactante que haga que la pintura destaque más?
Sí, han sido 25 años de trabajo y las que lucen más son las pinturas de gran formato de 4 x 1 o de 3 x 2 metros, que suelen montarse en grandes lobbys o en algunos edificios públicos.
¿Has tenido un encargo especial de alguna personalidad muy destacada?
No fue exactamente un pedido especial, pero durante el sexenio de Vicente Fox Quesada me enteré que una de mis obras estaba en una oficina privada de los Pinos porque durante una entrevista televisada al entonces presidente, se veía una de mis obras en la parte de atrás, me dio mucho orgullo y gusto el sentirme apreciada.
¿Cuáles son tus planes a corto plazo?
Del próximo 18 al 20 de mayo tendré una exposición en High Park Querétaro en una “Tarde de arte, vino y arquitectura”, y ese mismo fin de semana compartiré uno de mis talleres, de hecho Querétaro es una de las ciudades en las que ofrezco mi obra directamente.
Actualmente también estoy trabajando en mi colección, aunque no tengo definido exactamente qué es lo que voy a llevar, ya que elijo la obra antes de salir, no es algo tan estructurado, me gusta que surja de manera espontánea.
En tu día a día, ¿cómo logras hacer coincidir tu papel de artista con el de mamá, esposa y amiga?
Como puedo, reviso mi calendario; en mi casa todos trabajamos y tenemos actividades, entonces la coincidencia suele ser por las noches durante la cena. Tengo dos hijos grandes de 25 y 28 años, además de una hija de 15 años que es gimnasta de alto rendimiento y entrena muchísimo, entonces también es como si trabajara, cada quien tiene sus actividades y por eso puedo pintar a este ritmo, hay tiempo para todo.