Nueva York.- Emalí y María Joaquina, las gemelas de siete años de Joaquín “El Chapo” Guzmán, estuvieron presentes este jueves en la sala de la corte federal este de Nueva York donde se juzga al capo sinaloense, la primera vez que las niñas están presentes desde que formalmente empezó el proceso judicial hace más de seis semanas.
“El Chapo” pareció no esperar la sorpresa, y se mostró extremadamente emocionado al verlas, con los ojos llorosos y sin dejar de mirarlas en todo momento. Guzmán aplaudió animadamente, mostrando su felicidad: intercambiaron saludos, gestos cariñosos y se lanzaron besos.
Las niñas, vestidas con abrigo blanco, jeans y un lazo negro con brillantes en el pelo, estuvieron acompañadas por Emma Coronel, quien durante la semana había ido a México para estar con las niñas.
Las gemelas estuvieron fijadas durante toda una hora en su padre y jugaron en el banco.
Fuera o no una estrategia del equipo de la defensa para mostrar el lado más humano del capo -y justo en vísperas de Navidad-, fue extremadamente efectivo.
Los miembros del jurado también se mostraron conmovidos con la escena, sin quitar la mirada de los intercambios cariñosos entre padre e hijas. No hicieron caso de los testimonios de oficiales de la policía colombiana ni a las imagenes de incautaciones de cocaína y granadas.
Está previsto que este viernes las niñas se acerquen al Metropolitan Correctional Center de Manhattan, cárcel en la que El Chapo lleva casi dos años recluido.
Las gemelas son las únicas que pueden visitarle en el penal, aunque a través de una mampara de plástico y sin ningún tipo de contacto físico.
arq