En un paso científico importante con implicaciones en la salud humana, investigadores han descodificado en detalle el genoma completo del gran tiburón blanco, un depredador icónico.

Un equipo liderado por científicos del Centro de Investigación de Tiburones de la Fundación 'Save Our Seas' de 'Nova Southeastern University' (NSU) completaron el genoma del tiburón blanco y lo compararon con los genomas de una variedad de otros vertebrados, incluyendo el tiburón ballena gigante y el ser humano.

La decodificación del genoma del tiburón blanco reveló no solo su enorme tamaño (una vez y media el tamaño del genoma humano), sino también una gran cantidad de cambios genéticos que podrían estar detrás del éxito evolutivo de los tiburones de gran cuerpo y larga vida.

El gran tiburón blanco es una de las criaturas marinas más reconocidas en la Tierra, generando una gran fascinación pública y atención por parte de los medios. Este tiburón posee características notables, incluyendo su tamaño masivo. Los grandes blancos también son una gran preocupación para la conservación, debido a su número relativamente bajo en los océanos del mundo.

Los investigadores encontraron ocurrencias sorprendentes de cambios específicos en la secuencia del ADN que indican adaptación molecular (también conocida como selección positiva) en numerosos genes con funciones importantes en el mantenimiento de la estabilidad del genoma, los mecanismos de defensa genética que contrarrestan la acumulación de daño al ADN de una especie, por lo tanto, conservando la integridad del genoma.

Estos cambios de secuencia adaptativa se encontraron en genes íntimamente relacionados con la reparación del ADN, la respuesta al daño del ADN y la tolerancia al daño del ADN, entre otros genes. El fenómeno opuesto, la inestabilidad del genoma, que resulta del daño acumulado en el ADN, se conoce bien por predisponer a los humanos a numerosos cánceres y enfermedades relacionadas con la edad.

Al contrario de lo que se espera, los animales de cuerpo muy grande nopadecen cáncer con más frecuencia que los humanos, lo que sugiere que han desarrollado capacidades superiores de protección contra el cáncer. Las innovaciones genéticas descubiertas en los genes de estabilidad del genoma en el tiburón blanco y la ballena podrían ser adaptaciones que faciliten la evolución de sus grandes cuerpos y su larga vida útil.

"Decodificar el genoma del tiburón blanco es proporcionar a la ciencia un nuevo conjunto de claves para descubrir misterios persistentes sobre estos depredadores temidos e incomprendidos: por qué los tiburones han prosperado durante unos 500 millones de años, más que casi cualquier vertebrado en la tierra", afirma el doctor Salvador Jorgensen, investigador científico en el Acuario de la Bahía de Monterey, quien es coautor del estudio.

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