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Ciudad de Guatemala.— Los rescatistas guatemaltecos buscaban ayer víctimas y sobrevivientes tras la erupción del Volcán de Fuego, registrada el domingo, mientras el número de fallecidos se elevaba a 65.
Además, se reportan 46 heridos, la mitad graves, 3 mil 271 evacuados y mil 877 en albergues, informó ayer por la tarde el vocero de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), David de León,
El número de afectados suma 1.7 millones de personas.
Hasta el momento las autoridades pudieron identificar a 13 víctimas mortales. El resto de los cadáveres fue trasladado a morgues para su identificación, informó a la prensa Fanuel García, director del Instituto Nacional de Ciencias Forenses(Inacif).
“Hay cadáveres que llegaron calcinados, algunos con características irreconocibles”, dijo el experto, al dar cuenta de las dificultades en las tareas de reconocimiento.
García explicó que la identificación en algunos casos “podría llevar semanas, mientras se desarrollan los métodos científicos en instalaciones apropiadas para resguardar los cuerpos”.
En tanto, los rescatistas utilizaban maquinaria pesada y palas para buscar a sobrevivientes o víctimas de la erupción en los poblados ubicados en las faldas del volcán.
Por la mañana, el director de la Policía Nacional Civil, Pablo Castillo, declaró a la cadena CNN en Español que las labores de rescate eran complicadas por el exceso de ceniza y las altas temperaturas que impedían el trabajo.
Precisó que en algunos poblados la maquinaria y el personal no podían entrar porque el material lanzado por el volcán estaba todavía demasiado caliente, mientras que en otros lugares, los equipos de rescate tuvieron que salir por deslizamientos de tierra en las laderas del volcán y nueva lluvia de ceniza.
Algunos rescatistas declararon a medios internacionales que no podían trabajar porque la suela de sus zapatos se derretía. Además, la inhalación de cenizas o gases volcánicos calientes puede asfixiar a las personas en muy poco tiempo.
Los socorristas dijeron que encontraron cuerpos cubiertos de cenizas que parecían estatuas. También se encontraron animales de granja y domésticos muertos. Sin embargo, también se informó que se localizaron a 10 personas con vida que fueron trasladadas en helicópteros a hospitales del país.
Hilda López relató que el barro volcánico barrió su pueblo, San Miguel Los Lotes, que se encontraba justo debajo de los flancos de la montaña. Todavía no sabe dónde están su madre y su hermana.
“Estábamos en una fiesta, celebrando la llegada de un bebé, cuando una vecina nos llamó a gritos para que fuéramos a ver que la lava ya venía. No le creímos y cuando salimos a ver el lodo caliente ya venía bajando por la calle”, dijo López.
En esa localidad, los rescatistas localizaron el domingo 18 cadáveres, informó David de León, vocero de Conred.
Algunos lugareños dijeron que nunca se enteraron de que estaban en peligro, hasta que ocurrió la erupción, y criticaron a las autoridades.
“Conred nunca nos dijo que nos fuéramos. Cuando la lava ya estaba allí pasaron en camionetas y nos dijeron que nos fuéramos, pero los carros no se detuvieron para recoger a la gente”, dijo Rafael Letrán, vecino de El Rodeo.
Varios pobladores regresaron el lunes con palas para asistir en la búsqueda de sus familiares y vecinos.
Lo que arrasó con las poblaciones cercanas fue el flujo piroclástico lanzado por el volcán, una mezcla de ceniza, rocas y gas que alcanza temperaturas de hasta 400 grados centígrados y corre hasta 200 kilómetros por hora. Por la temperatura y la velocidad es muy poco probable que las personas sobrevivan, de acuerdo con expertos.
El gobierno de Guatemala declaró anoche duelo nacional por tres días por la “irreparable pérdida de vidas humanas” en la tragedia.
El presidente del país, Jimmy Morales, firmó un decreto para el establecimiento de un estado de calamidad en los tres departamentos bajo influencia del volcán. La medida fue avalada en la tarde por el Congreso.
El Volcán de Fuego, uno de los tres activos que hay en el país —con 32 volcanes en total—, y una altura de 3 mil 763 metros, está ubicado en una zona donde se unen tres de los 22 departamentos de Guatemala: Escuintla (sur), Sacatepéquez (centro-sur) y Chimaltenango (oeste).
Gobiernos de la región, entre ellos México, España, Argentina, Bolivia, Panamá, Costa Rica, Chile, Ecuador y Honduras han expresado sus condolencias a las autoridades guatemaltecas y se han comprometido con el envío de equipos de emergencia.