La ex candidata presidencial estadounidense Hillary Clinton lanzó este martes un libro de memorias sobre la elección de 2016, y señaló no tener dudas que Rusia se unió a allegados de Donald Trump para interferir en la campaña.
En las más de 500 páginas de "What happened", Clinton busca explicar lo ocurrido y ensaya asumir al menos parte de la responsabilidad, pero no absuelve a los que considera responsables, especialmente a Rusia y el FBI.
La ex aspirante presidencial, quien se apresta a cumplir 70 años, no ahorra en su libro la artillería verbal contra Trump, a quien llama "mentiroso", "sexista", indigno e incompetente.
Clinton recuerda el impacto sufrido en la noche del 8 de noviembre de 2016, cuando recibió en su habitación de un hotel en Nueva York la noticia de su derrota, el sentimiento de vacío y la tristeza que la acompañó durante semanas.
En su nuevo libro, Clinton afirma que superó ese período sin ayuda de antidepresivos ni psicoanalista, sino con la ayuda de su familia, una técnica de respiración alternativa que aprendió en sus clases de yoga, y con un poco de Chardonnay.
"No hubo un sólo día, después de la noche del 8 de noviembre, en que no me haya hecho la pregunta: ¿porqué perdí? Tenía problemas para concentrarme en cualquier otra cosa", escribió Clinton, quien se tornó famosa por jamás bajar la guardia en público.
La publicación de "What Happened" viene acompañada de una gira de promoción por Estados Unidos y Canadá, una jornada de firma de ejemplares en Nueva York, entrevistas, y 15 conferencias pagas hasta diciembre.
NO TIENE DUDAS SOBRE EL PAPEL DE RUSIA
En una entrevista publicada el martes en el diario USA Today, Clinton dijo no tener dudas que la campaña de Trump recibió la ayuda de Rusia.
"No tengo dudas de que existe una red de relaciones financieras entre Trump y su operación con dinero ruso", dijo, "y no tengo dudas que la campaña de Trump y otros asociados han trabajado muy duro para esconder sus conexiones con Rusia".
"Ciertamente hubo un entendimiento de algún tipo", dijo la ex aspirante presidencial.
El mensaje central del libro refuerza la narrativa de Clinton sobre lo ocurrido en la campaña: que una serie de fuerzas externas se unió en una conspiración para evitar que ella se convierta en la primera mujer presidente de Estados Unidos.
"Había todas estas fuerzas sobre mí hasta el último instante", dijo Clinton en otra entrevista, a la Radio Pública Nacional (NPR) estadounidense.
Entre esas "fuerzas", el libro destaca el papel del FBI, y en especial de su director, James Comey, quien a 11 días de las elecciones anunció que esa organización reabría su investigación sobre el uso de un servidor privado de correos cuando era Secretaria de Estado.
Después que Comey anunció la reapertura de las investigaciones "mi impulso paró. Mis números cayeron, y mientras tratábamos de poner orden nuevamente, nos quedamos sin tiempo", dijo a NPR.