Italia prepara nuevas medidas tras el anuncio el sábado de una segunda muerte y más de 50 casos de contagios por coronavirus en el norte del país, donde una decena de ciudades han cerrado los lugares públicos para contener la enfermedad y tranquilizar a los habitantes.

Bares, escuelas, iglesias, estadios de fútbol y todos los lugares públicos cerraron durante una semana a partir del viernes. La medida afecta también a bibliotecas, ayuntamientos, tiendas y a los desfiles de carnaval organizados en este periodo del año.

Las víctimas mortales son un albañil jubilado de 78 años que vivía en un pequeño pueblo del Véneto y una mujer de 77 años fallecida el sábado por la mañana en la región vecina de Lombardía. Ambos estaban hospitalizados desde hacía 10 días por otros problemas de salud, pero también dieron positivo al nuevo coronavirus.

Tras el anuncio de las dos muertes en la noche y la repentina multiplicación de los casos de contaminación cifrados en más de 50 (39 en Lombardía, 12 en Véneto y uno en Turín, que estuvo en contacto con los infectados de Lombardía), el jefe de gobierno, Giuseppe Conte, se encerró durante horas con el jefe de Protección Civil para estudiar nuevas medidas.

Attilio Fontana, presidente de Lombardía, anunció el sábado 39 casos en su región y precisó en una conferencia de prensa que "está a la espera de una decisión del gobierno para la utilización de, al menos, una de las dos estructuras militares en Baggio o Piacenza" para poner en cuarentena a personas en situación de riesgo.

El origen de este foco es un hombre de 38 años hospitalizado desde el miércoles y actualmente en estado grave en la unidad de cuidados intensivos en Codogno. Su esposa, embarazada de ocho meses, un amigo y tres personas de edad avanzada con las que tenía contacto también están contaminadas.

"La zona de Lodi es el epicentro del foco", aunque todavía no se sabe de quién se contagió este ejecutivo, que trabaja para la multinacional Unilever. Podría haber sido infectado, según los medios, por un amigo con el que cenó varias veces en un restaurante. Este último, que regresó de China en enero, dio negativo a la prueba de detección del coronavirus, pero podría haberse curado.

Sobre los tres casos que se registran en Véneto (el hombre fallecido y dos personas infectadas de 66 y 67 años), se cierne un gran misterio. "Estamos haciendo pruebas entre sus allegados y su entorno, pero la gran pregunta es el origen de este foco porque las personas no han tenido ningún contacto con chinos ni con personas que han regresado de China", explicó a la televisión Rainews24, Luca Zaia, presidente de la región.

Esta ola de contagios ha obligado a las autoridades italianas a tomar medidas drásticas para evitar que el virus se expanda y para tranquilizar a los habitantes.

En los servicios de urgencias del hospital local, no había ningún paciente y la actividad del personal sanitario era normal.

En la zona, más de 50 mil personas han recibido la consigna de permanecer en sus casas y evitar los lugares públicos cerrados.

Un total de 250 personas, entre ellas 70 médicos y personal sanitario, han sido aisladas mientras se realizan las pruebas correspondientes, ya que estuvieron en contacto con los casos de infectados de Lombardía.

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