Japón planteará ante el G20 la necesidad de tomar medidas comunes para controlar las criptomonedas, con vistas a evitar el lavado de dinero o fraudes relacionados con estos activos, según dijeron hoy a Efe fuentes del Ejecutivo nipón.
El país asiático, pionero en la regulación de este tipo de activos virtuales, pondrá el tema sobre la mesa de la reunión de ministros de Economía y Finanzas y de los presidentes de los Bancos Centrales de las veinte naciones más industrializadas del mundo, que se celebrará en Buenos Aires los días 19 y 20 de marzo.
Japón considera que es necesario cooperar a nivel internacional para regular unas monedas virtuales que circulan más allá de las fronteras nacionales y que no responden ante ningún banco ni organismo centralizado, según explicó a Efe un alto funcionario del Ministerio de Finanzas.
Al mismo tiempo, Tokio es partidario de que las regulaciones sean flexibles y "no obstaculicen el desarrollo de un sector que cuenta con mucho potencial económico y tecnológico", según la misma fuente.
Está previsto que la agenda de la reunión del G20 incluya la digitalización financiera, un punto que Japón quiere aprovechar para sugerir la coordinación de la vigilancia de los mercados de criptomonedas y las operaciones realizadas con estas divisas digitales.
El objetivo sería evitar que este nuevo tipo de monedas se emplee en actividades ilegales como el lavado de dinero o la financiación del terrorismo, así como aumentar la protección al consumidor ante posibles fraudes con unas divisas cuya demanda se ha disparado como activo de inversión.
No obstante, la carencia de legislaciones nacionales sobre las criptomonedas o de un criterio común a la hora de regularlas dificulta que las discusiones puedan conducir a una declaración conjunta sobre el tema.
Japón se convirtió el pasado abril en el primer país del mundo en reconocer a las criptomonedas como forma legal de pago, y en establecer requisitos para el funcionamiento de los mercados de estas divisas que basan su valor en la innovadora tecnología del "blockchain" (cadena de bloques) y en la encriptación de datos.
Estas regulaciones no pudieron evitar el reciente pirateo de Coincheck, uno de los mayores operadores nipones del sector, en el que se robaron monedas virtuales por valor de unos 58.000 millones de yenes (436 millones de euros), lo que afectó a unos 260.000 clientes.
Otros países miembros del G20, como China y Corea del Sur, aplican políticas mucho más duras contra las criptomonedas, al prohibir respectivamente todas las operaciones con ellas en el caso de Pekín y las ofertas iniciales de nuevas divisas virtuales (ICO), en el de Seúl.
La Comisión Europea, por su parte, ha señalado su voluntad de regular el sector, mientras que Francia y Alemania también han señalado su deseo de tratar el tema en el seno del G20.