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Carlos García comenzó trabajando en una firma italiana de joyas cuando tenía 17 años de edad. Tal fue su gusto por la joyería que decidió convertirla en su carrera y pasión de vida. Comenzó a crear sus propios diseños desde antes de cumplir 20 años con su sello muy característico: incluir una mezcla de cristales Swarovski y piedras preciosas. Su casa, una residencia del siglo XVII, resulta también su taller y lugar de inspiración. Ésta se encuentra ubicada en el corazón del Centro Histórico de Querétaro y perteneció a los Paulin, una antigua familia de renombre en Querétaro. El sitio originalmente era mucho más grande, pero en el siglo pasado se dividió en tres partes y cada una se convirtió en una propiedad independiente. El creativo adquirió una de estas piezas en el 2008 y la remodeló por completo, actividad que le tomó más de un año y medio. “No sólo guarda un valor histórico para mí, sino también para los queretanos”, asegura. Un reloj francés del siglo XV, un jarrón de la República Checa y una imitación de “La Gioconda” de Leonardo Da Vinci son algunas de las obras que se encuentran en su hogar, en el que pasa más de 10 horas al día trabajando. ¿SABÍAS QUE? Destacan en su sala y comedor las lámparas de Louis Comfort Tiffany, considerado como el máximo exponente del art nouveau. Uno de los grandes coleccionistas de esta marca es el actor Jack Nicholson.